BCCCAP00000000000000000001625

58 «... el Señor me dio hermanos» res», concluyó el padre Lorenzo, encaminado a su vez él hacia la misma meta. Su oración Que fray Serafín pasase casi la noche entera en la iglesia, es algo que se desprende claramente de tantas declaraciones de religio– sos y de seglares. Muchos de estos últimos cuentan que, sorprendi– dos por la noche fuera de la ciudad y encontrando cerradas las puertas, llamaban en los capuchinos, que, siguiendo antiquísima tra– dición, disponían de estancias en la portería para forasteros y peregrinos. Pues bien, a cualquier hora de la noche que tocasen respondía siempre fray Serafín y desde la puerta de la iglesia. Sobre esto, los religiosos, que podían controlarlo mejor, atesti– guan cómo, después de retirarse a las celdas, sentían los pasitos acelerados de fray Serafín que descendía a la iglesia para la adora– ción nocturna, arrodillado delante del altar del sacramento, sin apo– yarse nunca. Alguna vez, alguno se levantaba para espiarlo desde cualquier ángulo, pero él se apercibía casi siempre, y entonces fingía dormir y «roncaba» ruidosamente. Fray Liberato de Loro Piceno le reprendió una vez por esta falta de respeto, y él: «Oh santito -respondió sonriendo- yo duermo más en la igle– sia que en el refectorio». El padre Gerónimo de Ascoli da fe de haberlo visto doce horas seguida delante del altar. Pero, de ordinario, su oración duraba ocho horas, ya que él, para guiarse, cargaba un reloj «de arena», pareci– do a uno de agua, que duraba exactamente ocho horas. Fray Angel de Milán, por el contrario, tuvo más suerte, pues estuvo tan atento a no hacer ruido, que una noche pudo escuchar los gemidos y las súplicas del frailecillo santo. Realmente lo oyó exclamar a intervalo regulares: «Paz, Señor, te pido paz para... ». Las últimas palabras se le escapaban y trató de acercarse para oír mejor, pero tropezó en un banco rompiendo el silencio. Fray Serafín se levantó inmediatamente, lo vislumbró en la sombra en una columna, lo reconoció y le recomendó ir a la cama a descansar, porque debía estar fatigado de viaje.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz