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MARIA ANGELA ASTORCH 219 Desde 1654 padecía dolencias que preocupaban a las religiosas. En 1661 fue perdiendo rápidamente el vigor de sus facultades y que– dó reducida a un estado infantil, incomprensible para cuantos habían conocido su clarividencia mental y su presencia de ánimo. Tuvo, eso sí, la cordura suficiente como para comprender que, en aquella situación, no debía seguir al frente de la comunidad. Hizo reunir el capítulo y elegir a su sucesora. «Incapaz para lo temporal, pero con mucho conocimiento de lo divino», la vieron las religiosas en aquellos años. Era natural que todos atribuyeran aquel estado de disminución a un proceso de senilidad, tal vez prematuro. Pero ¡cuál no fue la sorpresa y la emoción de las hermanas y de cuantos la conocían al encontrar después de su muerte, entre sus papeles, una oración autógrafa, re– dactada en 1661, cuando aún gozaba de plena lucidez, en la que suplicaba al Señor la gracia de «quedar inepta en lo exterior, para las cosas de este mundo y, consiguientemente, sin el cargo de prela– da; de tal modo que no la impidiese, en su interior, andar siempre en la divina presencia, alabándole y glorificándole». El 21 de noviembre de 1665 le sobrevino un ataque de hemiple– jía. Al propio tiempo recobró en pleno el uso de sus facultades mentales. Hizo su confesión con la lucidez de sus mejores años. Recibido el Viático la vieron permanecer extática por largo rato. Expiró serenamente el dos de diciembre de 1665, después de haber entonado, con un resto de voz, el Pange lingua, coreado por sus hijas espirituales entre gemidos incontenibles. Contaba 73 años de edad. La ciudad de Murcia se volcó a venerar el cuerpo de la que todos proclamaban santa. Y comenzaron a multiplicarse los mila– gros obtenidos por su intercesión. En 1668, apenas transcurridos dos años después de la muerte, fue iniciado el proceso informativo dio– cesano con miras a la beatificación. Circunstancias diversas fueron retrasando el proceso apostólico. Por fin el 29 de septiembre de 1850 recibía canónicamente el título de Venerable.

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