BCCCAP00000000000000000001625

198 «...el Señor me dio hermanos» En la beatificación solemne, el 24 de marzo de 1729, sobre el frontal de la basílica de San Juan de Letrán se leía, escrito en gran– des caracteres: «B. Pide/is a Sigmaringa Svevus Ord. Min. S. Pranc. Capuccin. Missionis S. Congr. de Prop. Pide in Rhaetia Praefectus et Protomartyr». Fue canonizado por Benedicto XIV, el 29 de junio de 1746, junto a otros, entre los que se encontraba otro misionero capuchi– no, José de Leonessa. En diversas ciudades se veneran reliquias de san Fidel mártir. Sigmaringen conserva, con su casa natal, también la cuna en la que se meció los primeros meses de vida y el púlpito de Seewis, desde el que predicó por última vez. Los capuchinos de Feldkirch conser– van, en su iglesia y en la celda del santo, la cabeza del mártir, la espada del martirio, el cilicio, las sandalias, el cordón ensangren– tado y el manto perforado por un bieldo de tres puntas. Juan Bautista Tiépolo, en un cuadro de la pinacoteca de Par– ma, representa al santo en actitud de pisotear la herejía, simboliza– da en una mujer desceñida. Otros pintores lo presentan rodeado de los enfurecidos asesinos o apretando entre los brazos los instru– mentos del martirio. La Iglesia y los franciscanos -que celebran su fiesta el 24 de abril- guardan con especial cariño el recuerdo de su santidad y de su generosa inmolación por el Evangelio. Pío XI escribía al supe– rior general de los capuchinos el día 7 de marzo de 1922: «San Fidel de Sigmaringen es ciertamente digno de suma alabanza no só– lo porque con su preciosa muerte padecida por Cristo abrió la larga serie de los mártires que han dado lustre a las misiones católicas después de la institución de Propaganda, sino también porque con la inocencia de su vida se convirtió en ejemplar perfecto para nues– tros misioneros de cómo deben prepararse dignamente para el mi– nisterio apostólico». Sus escritos Del santo mártir se conocen escritos ascéticos, de predicación, apologéticos y familiares. Después del martirio, se encontró en la celda del santo un manuscrito de 90 folios, recopilado por él du-