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170 «...el Señor me dio hermanos» Entre cargos y servicios Después de su retorno a Italia, la vida de Benito se desarrolló íntegramente en los conventos capuchinos de la alta Marca. De he– cho lo encontramos en Fano (1604), en Iesi (1605) y en Fossombro– ne (1609-1610). El año 1612 toma parte en el capítulo provincial de Macerata, en el que es elegido definidor y, en seguida, guardián del convento de Pésaro. Tanto de superior como de súbdito, fue siempre un fraile alegre, pero -decían sus compañeros- abstraído en Dios, dulce y afable. Hablaba a todos con sinceridad, amaba a todos, a todos respetaba y compadecía. Exigía con santa firmeza la observancia de la austeridad capuchina y, sin embargo, se estaba tan a gusto con él que los religiosos deseaban vivir bajo su obediencia. Nunca tomaba una decisión sin haber escuchado a los otros y estaba siempre dispuesto a anteponer el juicio de los demás a su propio parecer. Pero no era un hombre débil. Un día, después de haber escuchado la culpa, mandó a un religioso perusino que se diese la disciplina; el fraile, despechado, salió del refectorio con malos modales; después, arrepentido, volvió y se puso a golpearse con la disciplina en público. Quería repetir la penitencia también al día siguiente; pero se lo impidió el padre Benito, que liquidó el asunto diciendo: «Tú me quieres ganar en cortesía. No quiero que se diga que uno de Perusa ha superado en amabilidad a uno de Urbino». Y con gesto de religiosa caballerosidad, rogó al cocine– ro que premiara al hermano arrepentido con un plato especial. Su profunda humildad le llevaba a actitudes espontáneas que otros consideraban imprudentes, ya sea por el oficio que desempe– ñaba, ya sea por el ilustre apellido del que descendía. Siendo guar– dián en Pésaro, el duque de Urbino fue al convento a visitarlo. El padre Benito, acostumbrado a ayudar en la cocina después de las comidas, dejó que el ilustre huésped esperase hasta que él acabó de fregar. También siendo superior, salía a pedir limosna a la ciu– dad o a los pueblos, por lo menos una vez al mes. Solía decir: «es mejor llevar el peso del pan que el peso de los pecados». En 1613 el padre Benito fue elegido custodio o delegado para el próximo capítulo general. En 1616 lo encontramos de guardián en Cagli y 1618 en Fossombrone. En 1620 forma parte de la comu-

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