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JOSE DE LEONESSA 105 cuenta la curación, total e inmediata, después de un suplicio de tal género. La iconografía del santo se adueñó de esta interpretación, difundiendo por doquier el cuadro intensamente expresivo del prodigio. Boberio, por su parte, refiere que fue el embajador de Venecia quien intervino en su liberación; él habría conseguido secretamente, por medio de la sultana Baffo, de ascendencia veneciana, que se le conmutara la pena de muerte por el exilio de Constantinopla. Las dos versiones no son, quizás, tan contrastante corno pare– cen a primera vista, sino rnás bien complementarias en dos planos distintos -curación y liberación-, en que debieron desarrollarse los acontecimientos. Corno confirmación de ambos planos se da el hecho de que el santo se restableció de tal manera que pudo dejar · inmediatamente Turquía y regresar a Italia. Llegado a Roma, se presentó al papa Sixto V con el obispo griego convertido, le infor– mó con amplitud sobre la misión de Constantinopla y, al fin, le pidió poder reemprender su antigua labor apostólica. Predicación itinerante Su primera residencia, a su retorno a Italia, fue Asís, en Las Cárceles, cuna de su vida religiosa. Era otoño de 1589. Aquel año, el obispo había pedido un capuchino para predicar el adviento en la catedral: el superior destinó al padre José. Su predicación tuvo un éxito extraordinario, en parte porque se le consideraba casi corno un mártir de la fe. El superior habría deseado que continuara predi– cando en la ciudad, lo que habría redundado en prestigio para la Orden; pero el santo rogó ser destinado a proclamar la palabra de Dios en las aldeíllas y pueblecitos disperdigados por la campiña y por los montes. Se le dio este gusto. Era un privilegio que cuadraba rnuy bien a un seguidor del Poverello de Asís. En un breve perfil biográfico no es posible seguirle en esta ta– rea que duró hasta la muerte teniendo corno escenario la zona de los apeninos de Italia central. Recogernos algunos testimonios, trans– mitidos por los procesos, que presentan corno «flashes» de su vida trashumante corno predicador itinerante. No solamente predicaba

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