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EL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ EN ZARAGOZA 71 Retrato del P. Cádiz La misión de Valencia (16 de febrero a 12 de marzo de 1787) dio lugar a varias composiciones poéticas en elogio del predicador 16 • Aunque algo tardíamente, Zaragoza no quiso ser menos, y así en los 30 folios siguientes del manuscrito contemplamos el Retrato del P. Cádiz, largo poema de 143 décimas. Nos dice Casamayor que 13 de ellas, las que aquí van encabezadas por su correspondiente número romano e impresas en bastardilla, se dieron a la luz en la ciudad de Valencia; las 130 restantes, glosa de las primeras, se compusieron en Zaragoza por un cursante de Leyes 17 • No sabemos quién fue el autor de la parte valenciana; el nombre del autor de la glosa, de quien Casamayor da solo las iniciales, tal vez se pueda descubrir consultando los re– gistros de estudiantes de Leyes en la Universidad de Zaragoza. A un poema así, más ingenioso que inspirado, sería injusto exigirle muchos primores estéticos. Contentémonos con que la immensa mayoría de las décimas fluyan sin tropiezo, con su pausa tras el cuarto verso. Perdonemos al vate zaragozano la excesiva' profusión de sinéresis, por las que nos ofrece un diptongo más o menos violento en enviado, traído, cruel, concluir, leal y varias docenas más. Perdo– némosle también las síncopas en superlativos que nos obligan a prescindir de la vocal que sigue a la acentuada en cortísimo, muchí– simos y siete casos más; y por ser única, no le hagamos cargo de la epéntesis popular en indulugencias. De todo ello podemos absolverle al cursante de Leyes en gracia al cuadro que nos pinta con la figura del P. Cádiz en el púlpito, en el balcón o en la calle; con la muchedumbre de fieles en las iglesias, en las plazas, en las calles, sin olvidar la afluencia de extraños, « un sinfín de forasteros» 18 • 16 Cuatro de estas compos1c1ones han sido reseñadas por Serafín de Ausejo, ob. cit. 269-271. También de la misión de Murcia se publicó una Insinuación métrica (ibid. 270). 17 Las décimas del poeta valenciano no figuran en Serafín de Ausejo. En la relación de la misión en la capital del Turia (Colección de las obras cit., 1-31) se intercalan dos décimas (p. 25 y 28) que nada tienen que ver con las copiadas por Casamayor, y menos las otras diez décimas del Epilogo lacónico poético del sermón en el Teatro de la Universi– dad de Valencia el día 9 de marzo de 1787 (ibid. 40-48). A la citada relación siguen trece octavas: En elogio del P. Diego Josef de Cádiz (33-39), y en la última de ellas se recuerda a « un joven Poeta esclarecido ». En nota, al pie de página, se acota: « Alude al Idilio que compuso en alabanza de este Apostólico Misionero el Señor Don Josef de la Cerda, hijo del Excmo. Sr. Conde de Parsen ». No me he propuesto averiguar si el Idilio mentado tiene algo que ver con las trece décimas glosadas de Zaragoza. 18 Sobre la estancia del Beato Diego en Zaragoza, sus relaciones con el Pilar, subrayadas aquí una y otra vez por Casamayor, y sobre la presencia, entre el auditorio, de forasteros como los navarros de la Ribera, véase Lázaro de Aspurz, El Beato Diego de Cádiz, Zaragoza y el Pilar, en Doce de Octubre (Zaragoza) 3 (1944) 166s.

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