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76 ANSELMO DE LEGARDA y Comercio por su maestro el Dr. D. Lorenzo Normante, en los días 6, 8 y 10 de octubre del año pasado de 1785, y en los 22 y 23 de junio de éste, que fueron las siguientes: 1ª. Que el lujo es permitido y se debe fomentar. [148] 2ª. Que las usuras son lícitas. 3ª. Que no se deben hacer profesar a los religiosos hasta que tengan veinticinco años. Declarándolas la una por próxima a herejía, la segunda por errónea y la tercera por escandalosa; intimándoles a los señores Inquisidores, que estaban presentes, a promulgar sus censuras, y, si no, que todos los oyentes le fueran testigos de que las delataba, y que en el tribunal de Dios serían responsables. Y esto con tanto celo y ansia de la fe y la religión, que todos los eclesiásticos se pusieron en pie, y que todos con– fiesan fue un acto el más serio y formal que puede darse, estando todo el clero, religiones, el Ilmo. Arzobispo y aun el mismo Tribunal de la Inquisición y algunos de los principales promovedores de dicha ciencia y Escuela de Economía. Día 3. - Denunció y delató con la misma formalidad otra proposición sobre [149r] no permitir el celibatario; siendo igual la concurrencia. Día 4. - Concluyéndose esta tarde la santa misión, p.or orden del Ilmo. Sr. Arzobispo estuvo el Señor expuesto y toda la iglesia iluminada con más de trescientas luces. Y concluido el sermón, dio gracias de parte de su Ilma. a todo el clero por la concurrencia, modo y quietud con que se habían acomodado a sus preceptos, e igualmente de su parte, exponiendo le perdonasen en cuanto les había dicho, pues no se juzgaba capaz para haber predicado a un clero tan sabio y tan ejemplar como éste era; que sólo el mandato y el celo de Dios y de su Iglesia le podía disculpar, subiendo con este acto de humildad más y más su santitad y sabiduría, dejando a todos anegados en lágrimas de amor y de [149v] consuelo. Inmediatamente se cantó el Te Deum laudamus por la capilla de la Seo, y luego la reserva, con que se dio fin esta santa misión, esperándose de ella un arreglo de vida y espíritu nuevo y vivificado en todo el estado eclesiástico. Día 5. - Se empezó otros nueve días de misión en la iglesia de San Ildefonso, de padres dominicos, a la que concurrió el Excmo. Sr. D. Félix O'Neille, capitán general de esta capital, y los señores Jueces, de parti– culares, en un banco al presbiterio, acudiendo también el Ilmo. Sr. Ar– zobispo en la tribuna alta, frente al púlpito siendo innumerable el concurso en todas las tardes. Día 8. - La Purísima e Inmaculada Concepción de María Santísima. Este día, por mandato del Ilmo. Sr. Arzobispo predicó el P. Cádiz en la santa iglesia metropo-[150r] Iitana de la Seo, pero con tal celo, santidad, literatura y retórica, que asombró a todos, pareciendo un ángel en la pureza con que inmaculó a María Santísima desde el primer instante de su animado ser, excediéndose a sí mismo, que es el mayor elogio y la mayor obra de su asombrosa predicación. Duró más de siete cuartos de hora, concluyendo dos minutos antes de las doce. Acudió el Sr. Arzobispo, y el Excmo. Sr. Conde de Sástago a la barandilla, como Grande de
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