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HISTORIA GRÁFICA DEL FRANCISCANISMO 385 tectónico minorítico, en el magiar, fueron el coro, el trascoro (o mejor, « jube », « Lettner ») y el cuerpo de la iglesia a una o varias naves 60 • Muchas de las iglesias franciscanas de esas y otras naciones sufrieron luego transformaciones notables, especialmente durante el barroco. Entre las causas de esos cambios se citan las de índole funcional, litúrgica, devocional, la necesidad de acompasar los edificios vetustos al nuevo lenguaje estético y otras, excluyéndose en todo caso la reacción al pro– testantismo, no obstante ocurrir bastantes de esas modificaciones con– temporáneamente a la Contrarreforma. Al frente de ésta, Roma tenía que preceder con el ejemplo. Trento había dado algunas disposiciones sobre arquitectura religiosa, que las célebres Instructiones fabricae et supellectilis ecclesiasticae, de san Carlos Borromeo, contribuyeron a sistematizar y difundir. La nueva mentalidad, con su acento normativo y rigorista, re– percutiría en las obras emprendidas en San Francesco a Ripa, San Bartolomeo all'Isola Tiberina y San Isidoro. De modelo podía servir la iglesia del Gesú, asumida como prototipo de templo para la reforma católica. Con la evolución del estilo, en los dos siglos siguientes el estuco fue rivalizando con el mármol, o suplantándolo en parte, facilitándose también una suerte de cirugía plástica en el interior de muchas iglesias, bien redefiniendo sus cualidades espaciales, bien transmutando la entera volumetría interior del edificio para borrar en lo posible su aspecto original. Como ha escrito G. Carbonara, fue « tutto un rivestirsi de marmi o, piú comunemente, di candidi stucchi, nel corso del Sei e Settecento, alle volte nei Hmiti di una riqualificazione in senso decorativo» 61 • Escultura En los nueve catálogos de las exposiciones sólo se dedican a la escultura franciscana un par de estudios, espacio inmensamente menor que el dado a la pintura y arquitectura. La diferencia obedece no sólo a la preponderancia real de aquéllas en la historia, sino también a la escasez de investigaciones sobre ésta. La de L. Schultes, que es la principal nueva aportación, se centra en el examen de las tipologías medievales propias de la plástica franciscana. Pueden agruparse en un bloque cristoló– gico-mariano y en otro hagiográfico. El temario del primero se vincula a los motivos de la devoción y la mística franciscanas. Si éstas se polarizan en dos direcciones - Belén y el Calvario-, también su expresión plástica. A la primera responden las imágenes del Niño Jesús y de su Madre como « Madonna dell'Umilta », evocadoras de la noche de Greccio. De modo similar, el Cristo doloroso (ausente la « Pieta ») se remite a la vivencia del « Cristo pobre, humilde y crucificado», cuya representación es. Como creadores de ambas tipologías aparecen, respectivamente, Simone Martini y Giunta Pisano. La segunda caló más hondo y tuvo difusión mayor. Sus 60 Erno Marosi, Franziskanische Architektur in Unganz, en Cat. IV, 461-470. 61 Paola Degni, Architettura francescana e riforma catto1ica a Roma. Note per una ricerca, en Cat. VI, 225-232; Giovanni Carbonara, Trasformazioni posteriori, en Cat. III, 162-180.

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