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384 GERMÁN ZAMORA o urbano, la función, pastoral o no, los destinatarios (religiosos o religiosas) y su uso (puramente litúrgico, coral, etc.) 57 • Sobre la estética y funciona– lidad de las proporciones dentro de las iglesias medievales, y señaladamente en sus ejemplos franciscanos umbros, ofrece unas reflexiones tan interesan– tes como insólitas G. de Angelis d'Ossat 58 • Fuera de Italia - o, más exactamente, de la Umbría medieval - los estudios de la arquitectura minorítica se limitan a las áreas germánica y húngara. En la primera de ellas aparecen sus construcciones sacras muy marcadas también por el ideal de pobreza y la importancia de la predicación a grandes masas. De ahí su sencillez, sobriedad, reducción de elementos su– perfluos y nitida espaciosidad. Pero, a la vez, sus buenas proporciones, gran– des líneas, volúmenes bien conjuntados, técnica sólida y efecto monumental. Sin haber desarrollado o preferido tipologías determinadas, inicialmente los dominicos usaron más el sistema de cubierta abovedada y los fran– ciscanos el de plana. Las variantes seguidas por estos últimos no muestran ninguna serie evolutiva, y a todas es común la carencia de crucero y torreón. Muy pronto aparecerían también entre ellos los edificios above– dados, en los que nave y coro se funden en unidad espacial. Esto, no obstante su normativa adversa y que las exigencias de la predicación y de la pobreza se realizaran con mayor claridad en el tipo de iglesia a sala de techo plano y sin crucero, con un coro de igual o casi igual altura, rematado en fondo plano o poligonal. Los tipos empleados, diversos según las regiones, fueron los de la iglesia a sala con bóveda (Alemania del norte, Sajonia, Turingia), a sala cerrada por coro plano o poligonal, todo de ladrillo (Prusia oriental, Silesia), a sala con bóveda o cubierta plana (Alemania del sur, Austria), a forma basilical de cobertura plana con arcadas altas y amplias sobre columnas redondas u octogonales (sólo en Alemania del sur), a forma basilical abovedada (muy frecuente en toda Alemania y Austria) y, en fin, a « Hallenkirche » con dos o tres naves, forma especialmente idónea para la predicación por sus arcadas amplias y altas y naves de casi idéntica elevación. Característicos de las iglesias mendicantes eran también el coro y el adjunto convento, ambos con sentido y realización diversos de los anejos a los templos monacales 59 • En Hungría, donde la arquitectura franciscana dejó huella profunda, conoció dos períodos de esplendor, ligado el primero al florecimiento del conventualismo y el segundo al de la observancia, extendiéndose aquél hasta fines del siglo XIV y éste desde mediados del XV, para culminar a comienzos del XVI. Si la arquitectura « conventual » se distinguió por su riqueza ornamental, la « observante » brilló por la austeridad y predilección de soluciones puramente constructivas, más bien secas y geométricas. Como en muchos otros países, los tres elementos esenciales del programa arqui- 57 C. Bozzoni, Le tipologie, en Cat. III, 143-149; cf. también G. Binding, en Cat. IV, 433a. 58 Guglielmo De Angelis d'Ossat, Proporzioni e accorgimenti visuali negli interni, en Cat. III, 150-161. 59 G. Binding, Die Franziskaner-Baukunst im deutschen Sprachgebiet, en Cat. IV, 431- 438, con las plantas de muchas iglesias franciscanas (pp. 439-448), y su ficha analítica (449-460).

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