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HISTORIA GRÁFICA DEL FRANCISCANISMO 383 de otras óvdenes anteriores (humillados, joaquinitas y valleumbrosianos, además y, sobre todo, de la cisterciense) 54 • La fidelidad a sus condicionamientos espirituales originó pronto en la arquitectura eclesial una solución de buen gusto o, como escribe R. Bonelli, « una nueva poética », la de la iglesia mendicante genuina, con su fuerte personalidad, fundada en « las grandes dimensiones de los interiores, pobres y severos, pero enormes y grandiosos; la nave única muy ancha y prolongada, imponente y solemne; el espacio dilatado, tenso y rarefacto; sus efectos inéditos de luz, la identificación sintética de estructura mural y forma arquitectónica» ss. Si las características originarias de las iglesias franciscanas umbras han desaparecido en casi todas, o yacen sepultadas bajo añadidos y modificaciones posteriores, la reconstrucción de su planimetría y de otros elementos volumétricos asociada a la captación fotográfica del monumento actual y de su entorno, permite obtener una idea de la fábrica primitiva. A. Curuni ha aplicado el método a una docena de templos, levantando su relieve y despojándolos, imaginariamente, de toda supraestructura posterior al siglo XV. El monumento se torna así bastante «transparente». Los casos elegidos son las iglesias de San Francesco en Citta di Castello, Terni, Piediluoo, Citerna, Montone, Gubbio, Orvieto, Stroncone, Arrone; y las de San Domenico en Citta di Castello y Orvieto, más la de San Pietro en Terni; al estudio de esos « edifici-campioni » se añade el de otros muchos, como los de las basílicas de San Francesco y Santa Chiara, en Asís, y el de la iglesia de San Fortunato en Todi. De cada una se describe brevemente la historia de su origen y vicisitudes. Una de sus conclusiones es que, en general, las iglesias mendicantes umbras no ofrecen una gama tipológica muy amplia 56. En un artículo dedicado a este último tema, C. Bozzoni no sólo recuerda las tipologías señaladas por las investigaciones más recientes, sino que las declara insatisfactorias, por no haber tenido en cuenta ciertos factores determinantes, como las dimensiones comparativas de los edificios - iglesias grandes, medianas y pequeñas - que podían diversificar su morfología y estructura, la interdependencia con el entorno social, rural 54 R. Bonelli, ib. 12; Corrado Bozzoni, Le tipologie, en Cat. 111, 143-149, especialmente la página 145. ss R. Bonelli, ib. 8a.. Sobre la necesidad de iglesias amplias, « ad capiendos homines in praedicationibus », declaraba, en 1260, al colocar la primera piedra de la nueva iglesia de San Francesco de Pisa su arzobispo el célebre Federico Visconti, con la idea fija en la de Asís: « No de otra forma deben ser las iglesias de tan grandes santos, para que den ganas de ir a ellas, estarse allí y volver con frecuencia. Pues si son angostas, como ésta, el pueblo está a disgusto durante la misa y predicación, y se largan con ánimo de no volver más, diciéndose unos a otros: yo no voy más a ese lugar, pues el otro día era tal la estrechez, que aun me duele la cabeza, o el pie - y cosas por el estilo. Por ese motivo hemos resuelto agrandarla, y estamos procediendo a colocar la primera piedra, a fin de que quepan cuantos vengan a escuchar nuestra predicación y terminar de una vez con las apreturas que acostumbrabais sufrir y que estáis aguantando en estos mismos momentos • (cit. por G. Villetti, Legislazione e prassi edilizia...., en Cat. 111, 25). 56 Alessandro Curini, Architettura degli Ordini Mendicanti in Umbria - Problemi di ri– lievo, en Cat. 111, 83-142. Se da ficha analítica muy completa de todos los edificios mencionados.

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