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SANTOS Y SANTIDAD 111 mosaico hagiográfico, aunque se haya s,eguido un criterio redaccional uniforme: tratar de expresar, por una parte, lo más histórico y docu– mental del biografiado, y, por otra, lo más edificante y formativo. En cuanto a los criterios que se han tenido en cuenta a la hora de seleccionar los 73 nombres de capuchinos que figuran en la obra, informa el mismo P. D'Alatri: « Nonclimeno la selezione non e stata casuale, ma fatta cli proposito, anzitutto per evitare "doppioni ", specialmente quando si trattava di frati contem– poranei, vissuti in identiche conclizioni. Il motivo principale, pero, e stato un altro: si e voluto presentare soltanto quelli la cui vicenda e sicura– mente documentabile e documentata, grazie a fonti o testimonianze copiose e certe. Cio va detto anzitutto per coloro sulla cui vita furono istruiti i processi canomc1, che sono stati riletti con particolare attenzione e mo– derna sensibilia » (Presentazione, I, 6). Por tanto, según el coordenador de la obra, estos han sido los criterios que han presidido la selección: No repetir « nombres » en idénticas con~ diciones o circunstancias de vida y de santidad; seguridad documental para cada biografiado. Si ambos criterios han sido necesarios e imprescindibles en este campo siempre, nos parecen más acertados que nunca en el momento presente: primero, porque hoy no se permite la repetición monótona ni los clichés estereotipados en ningún sentido; y segundo, porque también hoy, más que en otros tiempos pasados, se rehuye la fábula o la historieta piadosa y edificante a la hora de querer ser serios con la vida de los santos. No se olvide que estamos en la era de la crítica y de la verificación. Estábamos necesitando la seriedad intelectual y el rigor científico en el área de « lo espiritual » que, precisamente por serlo, necesita de mayor dosis de esos ingredientes. La santidad debe aparecer como una actitud vital intelectualmente seria. La vida de nuestros santos, escritas en Flores seraphici, el Leggendario cappuccino, la Légende dorée, etc., adolecían, en parte al menos, de la verdadera actividad del biógrafo, que es la historiograña y la hermenéutica. Anotaciones generales No es del género literario de una « presentación » hacer una crítica especializada. Le corresponden con más propiedad las anotaciones de tipo general. Y aunque algunas de ellas las hemos ya hecho al describir la obra, sin embargo juzgamos oportuno señalar expresamente otras nuevas. l. Sinceramente, creemos estar ante una obra que puede marcar un hito en la historiografía de la Orden capuchina - sector de la espiritua– lidad -, completando obras tan beneméritas como la ya clásica del P. Melchor de Pobladura, « La bella e santa riforma dei Frati Minori Cappuccini » (2ª edición Roma 1963). Su precisión técnica, en el género de la actual hagiografía, nos merece tal juicio.