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ARTICULOS 111. LA EXPERIENCIA FRANCISCANA DE VIDA COMUN San Francisco nunca pensó su "nueva vida" como una modalidad de la vida común, .monástica o canonical. No se inspiró en ninguno de los es– quemas anteriores de vida religiosa. El mismo dice: "Y cuando el Señor me dio hermanos, nin– guno me enseñaba lo que yo debía hacer; antes bien, · el mismo Altísimo me reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio" (Testa– mento). El santo presentó a lnocencio 111 un propositum vitae que él dic·e haber hecho escribi·r y que el Papa le confirmó. Algunos piensan que ni siquiera presentó escrito alguno 18 • Este proyecto de vida, escrito en pocas y sen– cillas palabras, pudo ser suficiente para formar y cohesionar el espíritu de gr,upo y de misión de la primera promoción franciscana. En él, como en las reglas que seguirán, no se hace referencia alguna a un módulo concreto de vida Gomunitaria. Tampoco se hace en el Evangelio. La fraternidad franciscana está más cerca de las fraternidades seglares de penitencia que de los institutos religiosos de su tiempo. Incluida la mo– dalidad de vida eremítica, que será apenas una de las opciones concretas de algunos hermanos 19 • Hoy tendríamos una referencia ilustrativa··en los llamados "institutos seculares", para comprender la novedad de la experiencia franciscana2◊ .. La ausencia de normas estables de vida en la legislación franciscana dejaba abierto un margen insospechado para la creatividad. Y una querencia irresistible hacia los módulos tradicionales de la vida monástica. El santo pudo comprobar esto último y lo ob– jetó enérgicamente al decir de los biógrafos 21 , cuando le hacen hablar de "otros caminos" y de "doctrinas anticuadas" 22 . {18i). A. QUAGLIA, Origen y desarrollo de la. Regla fran• ciscana, 1948, pp. 58 ss. . {19) SAN FRANCISCO, De la habitación . religiosa en los eremitorios. "Los que deseen religiosamente morar en eremi– toríos, sean tres, a lo sumo cuatro frailes•~ ~ (20) <Los '"Institutos seculares'" fueron · aprobados con la Constitución apostólica Provida Mater Ecclesia, 1947. (21) En este caso, nos referimos exclusivamente a Tomás de Celano y al Espejo de Perfección. (22) Gel 188; Sp 41. .· (23) SAN FRANCISCO, Regla primera: '"Y ninguno se llame p ,i.or; mas ,generalmente todos se llamen hermanos . o frailes menores'" {Cap. 6). (24) IBIDEM, '"mas sean menores y sujetos a todos los que trabajan en la misma casa'" (Cap. 7). 78 La comunidad de ideas y valores de las prime– ras promociones franciscanas estaba polarizada en la misma denominación de "hermanos meno– res" 23 • Sobre todo, en la minoridad: ut . sint mi– nores 24 • Si tuviéramos que reducir la experiencia fran– ciscana a cualquiera de las modalidades anterio• res de vida religiosa, nos decidiríamos por la modalidad erimítica de los primeros Hempos an– tes del monasterio: el pequeño grupo de hermanos que va a trabajar, mendigar o predicar y que se reúne para la convivencia y la oración en algunos casos. Un grupo que vive en tugurios o cabañas, sin recintos cerrados, sin iglesias y sin edificios propios. Es conocida la repugnancia del santo para acep– tar la exigencia sociológica de la casa 25 • IV. LA MODALIDAD CARISMATICA DE LA EXPERIENCIA FRANCISCANA 1. La itinerancia Desde el punto de vista organizativo, es la iti– nerancia y la inestabilidad lo que caracteriza la modalidad de vida franciscana 26 • NatúraÍmente, sin la radicalización que pudo tener la itinerancia en otro tiempo, por cuenta de los monjes que san Benito llamaba despectiva– mente "giróvagos": Y sin los excesos a los que llegaron después algunos frailes de vida vagabunda dentro de .la Orden . Una conducta que merecía el sev,erísimo reproche de san Buenaventura en su primera carta circular, como Ministro General: "Moved a los perezosos al trabajo; obligad a los vagabundos a la quietud; imponed silencio a los inoportuhóS pe– digüeños; forzad a la soledad a los cazadores de relaciones, etc." 2 7, (25) 2 Gel 56-59. (26) • La inestabilidad vendría dada. por la falta de casas ' i:, edificios' propios; en: la_ Regla ·bulada l)O hay ninguna retJ• 0 ~-ericia a la :orgariiZaci6n doméstica. Tas t'lormas ·de itinerar'l~ia t~ndrían representada~ -por"·:•_fra~-~~ c'9_1;'1'!º:,. ést_as: "Cuando· vayan por el_ mund~ no litiguen ni . cor¡tienélan·. con palabras, ni_ juz; guen a ·1os otros'" {<:'.ap. '3); "dondequie;a. que estén . y .· si; haÜaren, muéstrense famili_~re; . entre_ sí" .,(Cap. 6); "cuandb supieren y conocier~n no poder · guardar :Ja" Ri,gla espiritual– mente, deban y pu~dan· r',,currir a · sus Ministros'" (Cap. · 1O); ,¡ii.,.á.. l~iunos ci_¿:_-_ los fraIJeS~ ~or diviria irí'sP_i~aci_6n, quisier~n ·· ir e~fr~ lcis sarraceno~ i _·otros• infieJés'" (Cap. 12') .' ,: .(27) SAN BUENAVENTURA, ,. Epis.tolae•,.:otflcialesi, en Opera Omnia, VIII, pp. 468 ss. . ii',i

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