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El seglar franciscano en el mundo al servicio de los hermanos y del Reino. Los valores humanos en la Regla Fr. Jaime Zudaire, ofm cap. 1. El Seglar LAICO: miembro del pueblo de Dios (en una segunda acepción derivada: todos los fieles a excepción de los miembros del orden sagrado y de los religiosos (LG. 31 ). SECULAR: dice relación al siglo, al mundo. Mundo en este contexto es "la entera familia humana en el Conjunto universal de las reali– dades en que ésta vive" (no entra aquí el con– cepto de mundo como opuesto al Reino de Dios). "El carácter secular es propio y peculiar de los laicos" ... {segunda acepción) . "A los lai– cos corresponde por propia vocación promover el Reino de Dios gestionando los asuntos tem– porales y ordenándolos según Dios" (L.G. 31). A este "laico", miembro del Pueblo de Dios que tiene como característica propia la secula– ridad llamamos en esta relación "seglar". La expresión "laico" será también empleada de tanto en tanto, para recordar que el seglar fran– ciscano vive como un todo indivisible su "ser en el Pueblo de Dios" y su "ser y rhisión en el siglo". El participa con personalidad propia, según el carisma que ha recibido, en la común misión (Cf. L.G. 9; Carta de San Francisco a toda la Orden, 9) . ASUNTOS TEMPORALES. " Orden temporal: los bienes de la vida y de la familia, la cultura, la economía, las artes, y las profesiones, las instituciones de la comunidad política . . . que tienen un valor propio, puesto por Dios en ellos, ya se les considere en sí mismos, ya como parte de todo el orden temporal" (A.A. 7) . El autor es Asistente General ele la Orden Franciscana Seglar, por la Orden Capuchina. El presente artículo es una ponencia presentada en el Congreso Internacional de Asistentes de la TOF, reali– zado en Lima, Perú. En la relación precedente acerca del llama– miento de los terciarios a la vida evangélica, hemos podido reflexionar sobre este punto fun– damental: el estar en el siglo no es para el seglar franciscano una condición negativa que debe soportar, sino una vocación que debe vi– vir y una misión que debe cumplir. Vamos ahora a ocuparnos de otros temas ín– timamente relacionados con el precedente. Se– rán: el cultivo de los valores humanos, el amor a todos los seres, el espírHu de solidaridad y de servicio, la buena nueva de la alegría, la promoción de la justicia y de la paz. 2. Francisco el Hombre "Conscientes de que quien sigue a Cristo hombre perfecto se hace también él mismo más hombre ..." (Regla, 14). Francisco de Asís se nos presenta: a) como imagen viva de Cristo y, a la vez, como el hombre de su tiempo, tal vez de todos los tiempos. Es una figura rica en valores hu– manos: "humanísima"; b) como hombre junto al cual han florecido muchas personalidades originales y varias; más Inspirador que conductor; c) como inspirador de actitudes humanas y paradigma de ciertos valores humanos: senci– llez, claridad, libertad, fraternidad, alegría ... (Por el influjo de Francisco en el arte y en la cultura se ha hablado con un término impre– ciso de humanismo franciscano). Todo este cuadro, esta imagen, que tiene un fondo de cualidades naturales, t iene en Francis- 245
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