BCCCAP00000000000000000001611

S. BUENAVENTURA FILÓSOFO 433 como es natural que ocurra en la vida concreta de un cristiano? Pero entonces ¿ no se pondrá el problema en saber si la filosofía - que no es como el filósofo un ser vivo capaz de ordenar medios al fin, sino un modo particular de pensar - puede pretender tal cosa sin perder sus rasgos esenciales, y por tanto sin cesar de existir como tal filosofía para convertirse en teología, como el filósofo se hace teólogo? (2). 4. Punto fundamental de partida para estudiar cualquier aspecto del pensamiento bonaventuriano es la postura espiritual o, si se quiere, la "situación existencial" del mismo pensador. Y Bérubé lo tiene bien en cuenta. La preocupación fundamental de Buenaventura es su realización como cristiano y religioso. Por eso no se puede aislar el problema de su filosofía del de la perfección cristiana. Para ello Bérubé comienza cen– trando su análisis en un sermón del Seráfico Doctor en honor de Santo Domingo, en el que describe lo que es la perfección cristiana integrada por las virtudes intelectuales y morales. El "habitus" intelectual de la filosofía encuentra ahí su puesto como auxiliar de la fe para pasar a la reflexión teológica. Que aquí se la coloque entre la fe y la teología, mientras que en otros escritos del Seráfico Doctor aparezca como el primer paso en el proceso sapiencial, le exige a Bérubé un detallado análisis de circunstancias y objetivos que vienen a reducirse en último término a la jerarquía de valores que integran la naturalez~ elevada por la gracia. Es la gracia la que sirve a la naturaleza para la glorificación de la misma; pero las actividades naturales están ordenadas, sirven a la actividad superior configurada por la gracia y que tiene en la fe su fundamento. De ahí que la filosofía - como expresión que es de la capacidad natural de la razón humana - es presupuesto de posibilidad para recibir la revelación y hacer de la fe un acto razona– ble. Pero al mismo tiempo, esa filosofía - como actividad natural de la razón - no solamente aplica sus principios a la reflexión sobre la fe haciéndose teología, sino que, estimulada por la nueva situación, desa– rrolla su misma capacidad natural penetrando con vigor renovado en los objetos mismos al alcance de su capacidad innata. 5. Tal vez la mayor dificultad que han encontrado los historiadores del pensamiento bonaventuriano para delimitar el campo de su filosofía, ha sido la teoría del Seráfico Doctor sobre la iluminación divina como fuente y garantía del conocimiento cierto, que parece remitir al ejemplaris– mo del Verbo sin distinción entre principios naturales y verdades revela-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz