BCCCAP00000000000000000001611

S BUENAVENTURA FILÓSOFO 441 sujeto pensante, el hombre. Filosofía y teología se pueden oscurecer si en su estudio se mezcla algo vicioso que haga perder la ciencia de discernir entre el bien y el mal. Se encuentra claramente expresado en las "Colacio– nes sobre los dones del Espíritu Santo": "La ciencia de los santos, dice S. Buenaventura, nos hace émulos de toda santidad; enseña no sólo la ciencia sino el modo de saber, en el cual consiste todo el fruto y utilidad de la ciencia. Este modo, es el orden, la aplicación, el fin que se tiene al estudiar. El orden es estudiar ante todo lo que conduce más rápidamente a la salvación. La aplicación es estudiar con más ardor lo que entraña con más intensidad el amor de Dios. El fin es estudiar, no por vanagloria ni por curiosidad, sino para la propia edificación y la del prójimo" (134). Esta conclusión de la colación sobre el don de ciencia se hace progra– ma de las "Colaciones sobre el Hexaémeron": concebir y practicar la ciencia en todas sus etapas y en todas sus formas, de manera que se elimine la curiosidad y la presunción que se interponen entre la ciencia y la sabiduría. Supuesta la primacía absoluta que S. Buenaventura concede a la Escri– tura sobre toda ciencia humana, es posible percibir la marcha general de su mente que valora la luz natural como origen de las nueve ciencias comúnmente designadas en la Edad Media bajo el nombre de filosofía. Sin embargo, la desconfianza acusadora que Buenaventura despliega contra los filósofos a lo largo de las Colaciones sobre el Hexaémeron y que Bérubé recuerda al detalle, ha llevado a apreciaciones tan drásticas como la de Ratzinger, que hace pasar a S. Buenaventura desde un antiaris– totelismo inicial a un antiescolasticismo profético y escatológico final, pa– sando por un antifilosofismo intermedio. Bérubé, siguiendo a Bougerol, aporta argumentos que invalidan los fundamentos de Ratzinger, sobre to– do la influencia del Pseudo-Dionisio trasladada falsamente a la etapa final de la vida del Doctor Seráfico. Bérubé, de su propia cosecha, subraya algunos datos interesantes que demuestran la influencia de Dionisio en S. Buenaventura: - conocimiento que tenemos de Dios por la Escritura; - supremacía del afecto sobre el entendimiento; - la santidad como preparación a la sabiduría; - el valor subjetivo de la fe. A lo que habría que añadir el factor complementario, por así decirlo, de la primacía abso– luta de la Escritura en la ciencia de Dios, con exclusión de toda otra ciencia. (159) Pero una nota interesante indicada por Bougerol es que el texto de las Colaciones sobre el Hexaémeron donde se dice "Quien quiere encontrar la ciencia en su fuente debe ir a la Escritura y no a los filósofos o a las sumas de los Maestros" se encuentra ya cuatro

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz