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438 BERNARDINO DE ARMELlADA De momento la escuela franciscana, siguiendo a Alejandro de Hales, acepta el método de S. Anselmo en la búsqueda de las razones necesarias para llegar a la inteligencia de las verdades de fe, aunque admitiendo que la necesidad de estas razones sólo es perceptible en relación con la fe. Son objeto de una ciencia de la fe. Endes de Rigaud eliminó virtualmente la cuestión de la naturaleza científica de la teología según el ideal aristotélico. San Buenaventura toma nota de esta adquisición y se orientará en principio hacia una teología de tipo anselmiano, una teolo– gía de la inteligencia de la fe. 8. Es lógico comenzar por su primer escrito sobre el tema: el "Pr6lo– go a los Comentarios a los libros de las Sentencias". Texto redactado hacia 1250, hay que subrayar su modernidad en la clara distinción entre teología y S. Escritura, cosa que no hace Alejandro de Hales, aunque sí, al parecer, Endes de Rigaud. Después de clasificar las opiniones corrientes sobre el objeto de la teología, S. Buenaventura lo reduce a uno solo: Credibile prout tamen transit in rationem intelligibilis... et hoc per additionem rationis. Es una afirmación que se reconoce como un momento importante en la historia de la teología (Bonnefoy, Chenu), en que partiendo de la fe, se trata de llegar a la inteligencia de lo que se cree. Por definición hay que excluir aquí una lectura que haría de la razón un sin6nirno de la inteligen– cia en su función discursiva, de facultad intelectual, como si bastara apli– car la razón a la consideración del objeto de fe para comprenderlo. Buenaventura explica que se trata de la añadidura de razones objetivas, de pruebas en favor de la verdad de fe. El término credibile tiene tres sentidos: si dice razón de verdad prime– ra a la que se asiente por ella misma; y, sobre todo, entonces credihile se refiere a la virtud de la fe; si a la razón de verdad añade la de autoridad, el credihile se refiere a la doctrina enseñada por la Escritura; si a la verdad y a la autoridad se suma la razón de prohabilidad, entonces es objeto del presente libro (Comentario a las Sentencias) en el que se dan razones que prueban la fe. El método que el teólogo ha de emplear para añadir estas razones al contenido de la fe lo llama S. Buenaventura "perscrutatorius et inquisiti– vus" y además "ratiocinativus". Frente a interpretaciones con diversos matices, Bérubé cree poder concluir que el joven Buenaventura concibe la teología según el ideal de especulación agustiniano-anselmiano de la fe buscando inteligencia. La teología es obra del teólogo, - producto

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