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74 ENRIQUE RIVERA se en la misma. Al final de su razonamiento resume su doctrina en tres reglas muy precisas que no hay por qué mentar aquí. Para nuestro propósi– to lo importante es destacar cómo este esquema sencillo .pone ante los ojos la distancia que separa al pensar filosófico del pensar sapiencial 7 • Y sin embargo, no siempre se pone en claro tan neta distinción. En ocasiones, hasta se tiende a borrar. Esto parece acaecer en estudios, por lo demás valiosos, que investigan en torno a la metafísica de los profetas bíblicos. Sin duda que late en ellos una gran metafísica. Pero no expuesta de un modo razonado y estructurado. Tan sólo se halla en ellos unos excelsos principios metafísicos, luminosamente intuidos, que pue– den y deben dar basamento a una incomparable metafísica. Pero la metafí– sica, como saber estricto, se halla ausente de las páginas bíblicas. A la escucha de Dios y por intuiciones geniales nos dieron los antiguos profetas y poetas aquellas sabidurías venerables que hoy todavía tanto nos pueden enseñar. 2. Refranes, adagios, proverbios No es el momento de precisar el peculiar matiz que contradistingue estas tres manifestaciones de la eterna sabiduría popular. Aquí nos atenemos a lo que les es común. Sobre lo común de esta sabiduría el filósofo T. Carreras Artau hace una penetrante reflexión que nos place resumir aquí 8 • Por tema tiene esta sabiduría al hombre en todas las manifestaciones de su vida. Pero al hombre no lo mira ob;eto de ciencia, para conocer lo que es en sí, sino como el ser más noble de cuanto nos rodea, al que hay que enseñar cómo orientar su vida, para saberla dirigir a su meta. Por lo mismo, esta sabiduría desconoce el incitante saber por el saber de nuestra cultura fáustica occidental, para· atenerse exclusivamente a dar en– señanzas educativas y prácticas. Estas enseñanzas no son dirigidas por la fría lógica razonadora sino que tienen su origen en el buen sentido, el seny, el delicado tacto, el sensus veri. et boni. Este buen sentido toma en considera– ción los innumerables problemas prácticos del vivir humano y da para ellos la posible y loable solución. 7 Francisco de Vitoria, De ;ure belli, en Obras de Francisco de Vitoria. Relecciones teo/6- gicas, edición de T. Urdánoz, Madrid 1960, 812-858. 8 T. Carreras Artau, Elogio de la sabiduría, en Revista española de filosofía 3 (1944) 119-131.

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