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TRES ESTILOS DE HACER FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA 79 que el filósofo Séneca, que escribe para enseñar a vivir, es contemporáneo - un tiempo se le creyó anúgo - de san Pablo. La enseñanza del gran apóstol es ya una primera plenitud de paideia cristiana. La paideia,. ahora bíblica y ya no sólo griega, pasa del Nuevo Testa– mento a los escritores de los primeros siglos. Sus balbuceos doctrinales y sus intuiciones de genio preparan la gran eclosión patrística que abruma con su riqueza doctrinal. Ante ella el historiador de las ideas puede senten– ciar que los 400 volúmenes de la colección Mig,ie se resumen en el vocablo griego que venimos comentando y al que ahora sólo tenemos que añadir un adjetivo. Obtendríamos así esta fórqmla: paideia cristiana. Esta fórmula pudiera servir de rótulo indicador a los 400 volúmenes de la conocida colección patrística. En verdad, todos los santos Padres, al mover su pluma o discursear en sus homilías, no tenían otro intento que enseñar a su pueblo a ser cristiano. Todos cultivaban una excelsa paideia cristiana. Esta padeia cristiana, grandiosa aunque sólo sea por la mole de sus escritos, no tiene continuidad en santo Tomás. al declarar éste que la sacra doctrina es antes especulativa que práctica, antes ciencia teórica que orientación de la praxis cristiana 15 • ¿Tuvo conciencia santo Tomás de la inflexión innovadora que daba al pensamiento cristiano? No es cosa de responder a esta pregunta que nos distraería de lo que ahora qµeremos claramente subrayar. A saber: que santo Tomás introduce ·en el seno mismo de la doctrina cristiana, en el corazón de la teología, el saber por el saber, al declarar que la teología es primariamente un saber científico. Con este saber gana la teología precisión y claridad. Serán estas cuali– dades, dadas a la teología, un indiscutible mérito del tomismo. Pero a costa de haber perdido mucho contacto con la vida. Miguel de Unamuno, en uno de sus desplantes, mal comprendidos, acusa a la escolástica. de ser: "aquella hórrida combinatoria de conceptos abstractos, rígidos, cincha– dos en sus definiciones" 16 • Fue justo que los escolásticos se sintieran he– ridos por la agresividad unamuniana. Pero fue muy de ,lamentar .que no tomaran conciencia de cuán certeramente denunciaba Unamuno su fría sequedad conceptiva. Punto de arranque de esta fría corriente doctrinal fue santo Tomás al declarar a la teología antes especulativa y conceptual que vital y práctica. 15 Summa Theologica I, q. 1, a. 2: Utrum sacra doctrina ·sit scientia; a. 3: Utrum sacra doctrina sit una scientia; a. 4: Utrum sacra doctrina sit scient1a practica. 16 M. de Unamuno, Sobre filosofía española, en Ensayos I, Madrid 1945, 549.

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