BCCCAP00000000000000000001605

ENCUENTllO DE CULTURAi••• 2 II Una vez más repetimos con Unamuno que en la realización de este hombre nuevo todos los hombres y todas las culturas deben darse la mano. Tan sólo necesitamos más fe en este futuro de la humanidad al que todos somos llamados, no sólo en un encuentro de culturas, sino en un abrazo y fusión de las mismas. A todos dirige Unamuno este apóstrofe con el que concluyo la expo– sición de su ideario sobre el encuentro de culturas: «¿Qué temen esos hombres de poca fe, amilanados ante la carcoma gigante que va hacien– do polvo viejas instituciones? ¿No llevan en sí mismos, en el hondón de su alma, lo eterno de ellas, su semilla viva? ... Robinsones llenos de fe, de esperanza y de amor, dejemos el viejo suelo que nos osifica el alma y llevando en ésta el viejo mundo concentrado, su civilización hecha cultu– ra, busquemos las islas vírgenes y desiertas todavía. preñadas de porve– nir, castas con la castidad del silencio de la historia, las islas de la liber– tad, radiante en la santa energía creadora, energía orientada siempre al porvenir, único reino del ideal» 26. II. ENGENIO D'ORS Y LAS EPH'ANIAS IH; LA HISTORU. Por lo que toca a la filosofía de Eugenio D'Ors debemos comenzar diciendo que se halla al polo opuesto de la de M. de Unamuno. La razón satirizada en muchas ocasiones de modo irónico por éste, es para D'Ors · nuestra única y verdadera guía. D'Ors ve luchar en el hombre dos ten– dencias antagonistas: la del ángel y la de la bestia. Y juzga que la afec– tividad se coaliga con la bestia para destronar al ángel. Por el contrario, la razón se vincula al ángel para hacerlo triunfar 27 • No sin razón se ha visto en la obra filosófica de D'Ors un conato de Angelología con repercusión muy acentuada en la interpretación de la cultura. En efecto; si la propiedad del ángel según la teología, consis– te en ser constitutivamente perpetuidad y constancia, un presente que se prolonga en eternidad, Eugenio D'Ors busca para el hombre algo se– mejante en el campo de la cultura. Pero ¿es posible este intento? Ya el modo cómo juzga a ciertos personajes clásicos nos orienta 26 Jbidem, p. 997. 27 La visión sintética de su filosofía la ha expuesto D'Ors en El secreto de la filosofía, Barcelona 1947. Para conocer su filosofía de la cultura, tema constante en todos sus estudios, juzgamos fundamentales las siguientes obras: La civilización en la historia, Buenos Aires 1954; de un modo más completo en La ciencia de la cultura, Madrid 1964 (obra póstuma y sin concluir).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz