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370 GERMÁN ZAMORA l. Antecedentes polémicos: choque de ideologías El acontecimiento, que en el país venía preparándose desde 1767 con el inicio de la reforma nacional de los estudios mayores, se fraguó en la provincia capuchina ,de Castilla en el trienio de 1776,79. Intervinieron en su génesis, aparte del autor, el propio ministro general de la Orden Erardo de Radkersburg, y tres superiores provinciales castellanos: Isidoro de Fermoselle, Inocencio de Matute y Juan de Villardondiego, que trataron de reorientar los estudios en su jurisdicción. Esa efímera dinastía de tres partidarios del despotismo ilustrado se esforzó por aplicar éste a sus súbditos en los años decisivos de la formación para la vida religiosa y sacerdotal. Instrumentos de ese viraje iluminista serían no sólo el gobierno español, que lo espoleaba, sino el propio padre general, como cobertura y respaldo del proyecto, y el súbdito a quien juzgaron más idóneo para componer los libros de texto requeridos para su logro. Puestas manos a la empresa por Francisco de Villalpando con el aplauso unánime de todos los mencionados 2, el nuevo manual de filosofía obtuvo la aprobación del recién restaurado Colegio Imperial de Madrid que, bajo su nueva denominación de « Reales Estudios de San Isidro », se iba convirtiendo en oráculo de la corte y rival de las viejas universidades. El Consejo de Castilla, organismo supremo en la dirección de los estudios, no sólo aceptó la dedicatoria del tomo III de tal Philosophia, sino que mandó cursar por ella en todas las universidades españolas, aparte de los seminarios capuchinos. Pero esa serie de éxitos sufría bruscamente un corte en seco dentro de la propia provincia de Castilla en el otoño de 1779 y veía bastante menguado su triunfo nacional a lo largo del 80 tras la durísima crítica de los peripatéticos de Salamanca y Valladolid, al tiempo que se abría camino en las universidades de Cataluña, Andalucía, alguna de Aragón, y en las demás provincias capuchinas. ¿ Qué había sucedido en su patria espiritual? Un turno de partidos en el gobierno provincial, con la consiguiente vuelta en redondo al sistema anterior. En el capítulo celebrado en octubre quedó desarticulado el dispositivo urdido tres años antes por Fermoselle, en connivencia con Manuel de Roda, para asegurar la continuidad de su reforma « ilustrada». El nuevo provincial, Nicolás de Bustillo (1731-1809), no era partidario de la filosofía moderna, y pronto daría muestras de ello. En su equipo de defünidores se encontraba uno de los proscritos - sobre el papel 3 - 2 Transcribimos el decreto de Erardo de Radkersburg en el Apéndice documental, II. Sobre datos biográficos elementales de los capuchinos castellanos citados puede consultarse Buenaventura de Carrocera, Necrologio de los Frailes Menores Capuchinos de la Provincia del Sagrado Corazón de Castilla, Madrid 1943; y, para ampliación de los más significativos, id., La Provincia de Frailes Menores Capuchinos de Castilla II, Madrid 1973. 3 La lista íntegra, con las cabezas del « partido conservador » de la provincia, de mentalidad escolástica en filosofía y teología, y reacia a reformas en lo demás, era la

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