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LA FILOSOFIA MODERNA Y LOS CAPUCHINOS 393 A este defecto tan substancial se agrega en dictamen de este Padre otro que no lo es menos, y es tratar con demasiada brevedad las materias más esenciales, y con prolixidad las que no lo son. Reprueba las notas marginales, por la ocupacion que es verosimil den a los que estudien la Obra: la preferencia que hace de los Authores profanos y Modernos como Newton, Leipniz y Verulamio, y lo que es mas, de los famosos Hereges Lock y Klerc a los Santos Padres, lo que asegura no componerse bien con los decretos de la Inquisicion. Adelanta que parece me pongo de parte de los Hereges afeando el modo de arguir antiguo, y el terrible ergo, que es lo que mas aborrecen. « Ia los Hereges, dice, pueden estar contentos, pues tienen en la Filosofía del P. Villalpando una Filosofía que no es de Frailes (así llamaban a la antigua) ni se ven en ella sino con desaire y desprecio, ni el Author se llama Fraile» 38. Detienese en probar, como el Author del Papel num. '},o la utilidad del metodo antiguo, y lo nada acomodado de nuestro Curso para los Estudios Monasticos: desciende a vituperar alguna de nuestras opiniones, en especial la de los accidentes y hábitos sobrenaturales, el Systema Copernicano, asentando que por sola la novedad deben ser sospechosas y desecharse. Lleva a mal que se impugne la física predeterminacion, porque decían esto mismo los Expulsos, cuia doctrina esta prohibida enseñarse por Real Cedula de 12 de Agosto de 1768, y por otro Decreto del Consejo de 69 se manda seguir en todo a Santo Tomás. Finalmente, despues de inculcar el Tratado de la generacion, zaherir al Author con el poco aprecio que se ha hecho de su Obra, y repugnancia de nuestros Lectores a estudiarla, justificando el procedimiento de estos con repetir hasta el fastidio que los Capuchinos no necesitan ser Arquitectos, Nauticos, etc., concluie con decir no debe admitirse dicha Filosofía en los Estudios de la Religion. Esta es la suma de quanto alega este Padre, omitiendo por honor suio algunas bufonadas y escurrilidades a que es propenso. Pareceme se satisface a este monton de especies con bien poco. Primeramente la distincion que establece en el principio entre los Estudios de una Universidad y los de una Comunidad Religiosa sera solo quando en aquellos se trata de introducir una buena Doctrina, porque hasta ahora no ha sido asi. La misma Filosofía y Teología se ha enseñado en los Monasterios, que en las Universidades, y por los mismos Authores; ni puede dejar de suceder siempre lo propio siendo uno el obgeto, y los fines de la instruccion que se procura. La imaginacion de que estos no se conseguiran tan felizmente con el nuevo metodo queda ia rebatida en la Respuesta principal, y de consiguiente todo el cuerpo de este Papel, que se reduce a decantar las ventajas de la Filosofía Escolastica para el estudio de la Teología y perjuicios e inconvenientes de la que se dice Moderna. De la obscuridad, aspereza e hinchazon del estilo espero las instrucciones de este Padre para perfeccionarle, porque ni io hecho de ver estos defectos, ni los sugetos instruidos que han examinado la Obra, y otros a quienes io privadamente he consultado lo han advertido ni avisadome de ello como han hecho respecto de muchas cosas que a sus instancias me he propuesto corregir en la segunda edicion. Por otra parte, ni el dictamen de este Padre ni la 38 La censura del P. Ajofrín, más acerba que ninguna, rezumaba una dosis también mayor de escolasticismo salmantino. Casi repite palabras del dictamen de Ribera, que en su loa del ergo había afirmado contra los herejes: « Para éstos nada hay de tanto terror como el silogismo» (ibíd. f. 156).

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