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378 GERMÁN ZAMORA obra ya censurada y aprobada por aquél; y contra ambas se revolvería el P. Villalpando. La morosidad o, como decía el fiscal, indolencia en dar las respuestas exigidas por el Consejo, estaba dirigida, tácticamente, según aquél, a cansar a los dos, « método que se ha aprendido con mayor generalidad que la buena filosofía ». ¿ Por qué tolerar entre tales corporaciones una desidia intolerable entre particulares ? Prueba de que la obra del P. Villalpando no suponía un fracaso como el aventurado por el P. Bustillo la dio en el mismo año 1780 la petición hecha al Consejo por Juan Llaguno de permiso para reimprimir precisamente la física y el tratado de matemáticas, o el encargo de 400 ejemplares de toda la obra por la universidad de Cervera 16. A mediados del verano había el provincial reunido casi toda la documentación en que pensaba basar su repulsa del Curso filosófico de su súbdito. En el medio año transcurrido desde el 22 de diciembre, en que fueran elegidos, habían confeccionado y entregado sus dictámenes tres de los comisionados. La misión de estos lectores y ex-lectores castellanos consistía en dar su parecer « sobre la sustancia de la referida Filosofía, utilidad, o ventajas a la peripatética » 17• El P. Bustillo afirmaba, resumiendo el sentir de los consultados, estar todos acordes en que la filosofía del P. Villalpando era inadaptable a los estudios de la provincia, incompatible con la prescrita por las Constituciones, e inútil para educar en la humildad y sumisión al sacerdote franciscano-capuchino. Pero un mes antes de transmitir el provincial estos testimonios al Consejo, había recurrido a él Villalpando pidiendo dos cosas: copia de todos los dictámenes, y que representación tan retardataria no fuera fuente de nuevas demoras contra la imposición inmediata de su Curso por texto en Castilla. Describía la táctica usada por el P. Bustillo afirmando que había repartido ejemplares de su obra por todas partes, pero siempre a sujetos claramente desafectos a ella, dentro y fuera de la Orden, « y de contrario modo de pensar ». En lo que no se equivocaba. Era un proceder simétrico al de signo contrario seguido verosímilmente por Matute un par de años antes y análogo al de Salamanca. Este toque de alerta obligó al Consejo a romper su relativamente largo mutismo, y el 27 de junio decretó un ultimátum para que el provincial castellano mostrara su tantas veces prometida representación; a la universidad salmantina se la conminaba a presentar también inme– diatamente el informe hecho sobre el mismo tema por sus comisarios. La carta orden produjo en los dos frentes el efecto apetecido. El P. Bustillo 16 !bid. f. 86: y Archivo de la universidad de Barcelona (y Cervera), ms. 70: Libro de Claustros del año y Curso 1779 en 1780, f. 62-63, 73-74, 84-85 y 117. El curso filosófico del dominico Antonio Goudin, se titulaba Philosophia thomistica iuxta inconcussa tutissimaque Divi Thomae dogmata, 4 vol. (Lugduni 1671), y sería el rival escolástico del de Villalpando en las universidades reaccionarias a la filosofía moderna. 11 AHNC, loco cit. f. 71 y 129-130.

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