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mayor antigüedad en la Orden de los que son sus eoeüineos y com– pañeros. A éstos últimos los designa con la forma pronominal de «unos». O también jóvenes, simpatizantes de la reforma franciscana o gente adinerada que vacaba con frecuencia a la contemplación es– pirituat. Los verbos que emplea en estas expresiones de distancia– miento de la propia experiencia son: conocer, ver, decir y oír. Los dos. primeros, algunas, veces, van enfatizados con otro verbo: «cer– tifico que conocí...». De estos verbos, el más utilizi:tdo es el de co– nooer -nueve veces-, siguiéndole ver y decir. Oír, en cambio, qui– zás pa-ra mostrar que su experiencia no provenía «de oídas», lo usa una sola vez. Dado que nuestro místico proponía la oración de recogimiento como un ejercicio universal, apto para cualquier hombre o mujer en cualquier estado, parece que los seglares quedan ubicados dentro del término «persona». Esta impresión dan las expresiones en las que dicho término aparece, por razón del tema que tratan. Así, por ejemplo, Francisco de Osuna conoeió una persoM que e:x:peri.mentó eru el siglo la vida religiosa que quería iniciar y que, después, le fue· muy bien en el monasterio. Conoció también a otra persona. que en los. comienzos de la oración de recogimiento todo le resultaba dificil y penoso,. pero, por su perseverancia en la misma, acabó disfrutando eon ella hasta el punto de considerarla su deporte favorito 7 • En cambio, cuando nuestro místico andaluz quiere referirse a compañeros de profesión religiosa -connovicios o, al menos, reli– giesos con los que convivió cierto tiempo- utiliza el giro «yo co– nocí uno». El «uno» parece ir cargado de la confianza que, en la mayoría de las ocasiones, cobra el uso del «tú». Cuando se presenta este giro, se trata de anécdotas conventuales que él tuvo la oportu– nidad de pr-esenciar o en las que participó como protagonista. Aque– llos religiosos que no son de su pr-omoción o con los que quizás no tiene excesiva familiaridad, se introducen en el discurso bajo la cali– ficación de «santo varón» y, también, «varón recogido». De ellos afirma que «son muy experimentados en las cosas de Dios». E, incluso, a, veces- señala el número de años que habían dedicado al recogimiento. Se les atribuyen consejos eficaces para la andadura de este• camino de oración o se relatan algunos fenómenos extraordi– narios qu:e adornaron sus vidas 8 • Francisco de Osuna, por otra parte, recuerda sucesos en los que estuvo presente y que, en consecuencia, «vio». Así, el del religioso 7 Para el verbo conocer una persona: 229, 307, 423; 441, 410. 8 Pam la expresión; yo canout uno: 272, 300, 301, 488; las sa.nt.os voMOnes, dedicados a1l recogimiento, aparecen en 2gr, 329; 33'0, 35:J,: por eje:mplO'. 13
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