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consideración del entendimiento como «inteligencia pura». Todo este proceso, por último, encuentra en la experiencia del ejercicio de recogimiento una confirmación plena. Osuna recoge, con este fin, la experiencia de un religioso anciano, dirigido espiritual suyo, que se había dedicado a este ejercicio por más de cincuenta años (p. 594). Un análisis similar al llevado a cabo puede realizarse igual– mente no sólo con los demás capítulos del tratado 21, sino también con todos los que componen el Tercer Abecedario. El edificio del discurso místico osunista queda de este modo «analizado» en los elementos mínimos de su «empedrado o mosaico expositivo» y puede volver a ser reconstruido, sabiendo ya la función que a cada uno de estos elementos compete dentro del todo. Para concluir esta segunda parte de nuestro estudio, dada la sugerencia del tema, nos detenemos en la descripción de la fauna utilizada en la expresión mística de Osuna y ofrecemos también una pequeña muestra de su flora. 2. FAUNA Y FLORA EN EL TERCER ABECEDARIO EsPIRITUAL Nuestro místico franciscano encuentra en el reino animal y vegetal un instrumento apto para la configuración de una natura– leza y paisaje propios de la experiencia de Dios, en donde una fauna y una flora muy peculiares ejercen funciones nocivas o beneficiosas en relación al alma. Se trata de animales y plantas, designados con el mismo nombre que poseen en el mundo circundante terreno, pero que, trasladados al mundo de la vida de recogimiento, adquieren significación expresiva nueva. El Tercer Abecedario contempla un largo número de animales, capaz de constituir con él un pequeño parque zoológico. Tenemos, así, atendiendo a una división metodológica rudimentaria, animales de las siguientes especies. De la especie volátil: abejas, águilas, cuervos, gavilanes, halcones, lechuzas, murciélagos, mariposas, mos– quitos, palomas, tordos y tórtolas; de la especie terrestre: alacra– nes, arañas, asnos, áspides., caballos, caracoles, culebras, erizos, gallo-gallinas, gusanos, hormigas, leones-as, linces, lobos, mulas, ovejas, perros, podencos, polillas, serpientes, salamandras y víbo– ras; de la especie acuática: anguilas, ranas y tortugas. Si se tienen en cuenta otros escritos osunistas, este número de animales aumen– ta, aunque no mucho 60 • 60 Por ejemplo, entre o-tros animales que faltan en nuestro elenco, están: el toro ten Norte de los Estados, b 2), e.l cerdo Cen Quinto Abecedario, F 0 CLil v 0 J, el gato (también en Norte de los Estados, s, 7, vºJ. 45

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