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presentar en una nueva manera de ser, la lingüística. La palabra no es la realidad en sí, pero en ella se nos da «lo que la cosa es», de forma puramente expresiva. Por ello, el discurso místico, con sus alegorías, metáforas y comparaciones, resulta ser como una suerte de mapa que va indicando la geografía de la experiencia de Dios trasvasada de su ámbito empírico al ámbito de la expresión lingüística. Esta s~stituye y hace las veces de aquélla, sin que nunca sea con ella identificable. Quien desee descubrir la correspondencia real entre el mundo expresivo y el mundo empírico debe unificar ambos en su propia persona. Debe autoimplicarse en la experiencia mística. Sólo así, conocerá la cartografía expresiva del lenguaje místico y su correspondencia con el dato genuino experiencia! de Dios en el alma. Entonces es cuando se comprende en plenitud, qué fue lo que quisieron decir en su escritos o mapas geográficos expre– sivos de Dios los. autores místicos. Sin caer, pues, en la seducción de la palabra a la que aludia L. Wittgenstein y que lleva, en virtud del juego de la designación, a identificar la palabra con la realidad, esta segunda parte aborda el mundo expresivo de la oración de recogimiento en Francisco de Osuna. Y, más concretamente, en su Tercer Abecedario Es'J)'iritual. 1. MATERIAL LINGÜISTICO Y UNIDADES EXPRESIVAS Analizar es fundamentalmente descomponer un todo en sus uni– dades mínimas naturales en orden a su posterior re-construcci6n funcimuil. No se trata, pues, en un verdadero análisis de destruir el todo, sino de descubrir sus elementos constitutivos y la función que a cada uno de ellos compete dentro del sistema o de la estruc– tura del todo. Este se nos revela entonces en su autonomía y con– sistencia, explicándose a si mimso desde si mismo, sin necesidad de acudir a motivaciones exteriores, ajenas a su propia realidad. En cuanto nuestro análisis se refiere al discurso místico, abar– ca, por un lado, la comprensión del material lingüístico con que se construye y, por otro, la división de éste en sus unidades mínimas expresivas. a) El material lingüístico Los estudios en torno a la obra de Osuna, cuando consideran el tema del lenguaje, aluden siempre al modo cómo el místico anda– luz lo utiliza: en forma alegórica, en giros metafóricos, en compa– raciones tomadas de la naturaleza o en imágenes, a veces, ·cargadas 32
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