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430 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA, O. F. M. CAP. No creemos que esta visión filosófica del problema vocacional contra– diga a la teología. Más bien ésta completa a aquélla. Y esta completez que da la teología debe ser hoy subrayada frente al naturalismo antropológico que nos invade. Es cierto que la llamada de Dios tiene un signo manifesta– tivo en las posibilidades humanas que podernos desarrollar. Pero la noción teológica de esta llamada potencia estas posibilidades humanas desde el designio oculto de la Providencia divina que se revela al alma reflexiva. La vida como proyecto es la exigencia necesaria de la vocación. Se ha dicho de ésta que es una terrible inventora de deberes. Estos deberes que impone la vocación son la respuesta que quiere ésta recibir. Estos cristali– zan siempre en un proyecto de vida que hay que cumplir ineludiblemente si no se quiere traicionar la vocación. San Buenaventura, al formular para sí un programa de vida esquemati– zado en propósitos, ha abierto un camino viable a la realización del proyecto 16 • Pero en este momento debemos subrayar, ante todo, que San Buenaven– tura ha puesto la base de esta concepción ideológica al proponer que la libertad se halla en el centro mismo de la antropología. Nuestra existencia es constitutivamente libertad. Y es claro que esta libertad adquiere su máxima tensión cara al futuro, cara al proyecto, diría Zubiri 17 • Tiene, por otra parte San Buenaventura, el mérito de haber atado para siempre los cabos sueltos de ese existencialismo ideológico que ha hallado en la libertad gratuita de Sartre, una libertad sin motivo, su máxima expresión. Para el doctor medieval sólamente se nos da la libertad en orden a la realización del bien. No crea ella valores. Más bien los tiene que conquistar. Por desgracia, siendo la creatura constitutivamente "nada", 16 Ez¡istola continens viginti quinque mmnorabilia. O¡¡. O., t. VIII, pp. 491-498. Esta carta es hoy objeto de una atención merecida. Traducida a diversas lengurs, al español en Obras ele San Buenaventura (B. A. C.), t. IV, pp. 578-604, ha sido objeto de reflesivos comentarios: A. BERTA, Per l"acquisto della perfezione reli– giosa: i i,enticinque ricordi di San Bonaz,entura, en Vita Minorwn, 27 (1955) 39-44; M.M. CICCARELLI, Programa di vita: due opusculi di San Bonaventura di Bagno– regio, Benevento 1963. 17 De entre la rica bibliografía sobre la libertad en San Buenaventura seleccio– tura 1274-1974, III, pp. 599-621; R. LOPEZ DE MUNAIN, El problema de la li– n<1mos algunos estudios más significativos: CH. BIGI, La liberta in S,.n Bon,wen– bertad y los doctores franciscanos del siglo XIII, en Verdad y Vida, 5 (1947) 283- 307; VASCO RISTORI, La liberta in San Bonaventura, Roma, 1974.
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