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vida. Se ha dicho que es más higiénico matar a un guerrillero en el seno materno que en las montañas durante enfrentamientos armados. b) Los pobres trabajan poco Por tres razones: porque son débiles físi– camente, porque son perezosos y porque no son ambiciosos. Son orgánicamente débiles porque no se alimentan lo suficiente y enton– ces no tienen resistencia física, se agotan en– seguida, y no rinden. Además son perezosos, como defecto psí– quico. Les falta dinamismo, son lentos en su actuación, y por eso son desplazados de sus puestos por otros más emprendedores y acti– vos. Y en la base de esta actitud, encontramos la poca ambición. Se conforman con poco. Se ven como parte pasiva de la naturaleza, co– mo animales, que no viven para el futuro. El hombre no se ve a sí mismo haciendo historia, sino padeciéndola. No aspiran a cosas gran– des. Y si no hay aspiraciones, difícilmente se harán esfuerzos por conseguir algo. e) Los pobres gastan más de lo que ganan Es otra razón que, añadida a las anterio– res, explican la pobreza. Los pobres son po– bres porque ganan poco y gastan mucho. Una familia se irá enriqueciendo si gasta menos de lo que gana. Es la ley del ahorro y de la eco– nomía. Los pobres no saben ahorrar. Se gas– tan en cerveza la paga de la semana. El hambre produce debilidad, enferme– dad. Impide trabajar. Habrá por consiguiente menos ingresos. Más hambre. Es un círculo vi– cioso. La pobreza genera pobreza. d) Los pobres son violentos Porque el hambre les empuja a robar y matar; porque las necesidades artificiales que se crean, gastando más de lo que ganan, les lleva a resarcir ese desnivel presupuestario con la violencia. Son los pobres los que roban, asaltan Bancos y alteran el orden establecido de una sociedad equilibrada. El proceso es sencillo: los niños mal ali– mentados, pasan hambre. Su rendimiento es bajo, o seguramente no tienen tiempo para ir a la escuela por tener que buscar su comida. Una consecuencia del hambre es la incultura. Después el hambre y el vicio les impulsan a robar y matar. Surge la delincuencia. La socie– dad tiene que defenderse de los pobres. Se ha– ce necesaria la regresión: policía, cárceles... El mantenimiento de la población penal es gra– vosa para la sociedad. Más barata es la pena de muerte. En esta perspectiva de alto índice de na– talidad, de escaso rendimiento en el trabajo y gastos excesivos sobre los ingresos, de violen– cia y pillaje, habría que afirmar que son los ri– cos los explotados por los pobres, en cuanto que ellos con su trabajo tienen que mantener a los pobres, y compartir con ellos, lo cual es un abuso. Que los pobres trabajen como ellos y verán cómo cambia su suerte. Los ricos son ejemplares porque han reducido el número de hijos, trabajan y ahorran, aspirando a elevar su nivel de vida. Pero todo ello viene obsta– culizado por los pobres, que no se controlan sexualmente, que son indolentes, derrochado– res y violentos. Si no hay más ricos es porque . lo impiden los sindicatos, los seguros sociales, los impuestos estatales y el peso muerto que constituye la clase de los pobres. Los ricos se tienen que defender de los pobres, con regí– menes policiales y totalitarios, con la doctrina de la Seguridad Nacional. La muerte es necesaria, es un bien. Matar antes de nacer, matar porque usurpan nues– tros bienes, matar para establecer el orden, matar a los pobres para que algunos podamos ser ricos. Esta sería la explicación desenmascarada del Capitalismo, que suele presentarse encu– bierta de eufemismos y buenas maneras. Res– ta una tercera explicación, la dialéctica, que afirma sin ambages que la culpa no es de los pobres, sino de los ricos. La raíz de los males está en la concentra– ción en manos de unos pocos de un alto por– centaje de bienes materiales. ¿cómo se reali– za esta capitalización? América Latina está marcada por una de– pendencia de transnacionalización. Las com– pañías transnacionales se preocupan de la ex– tracción de los recursos naturales y exporta– ción de manufacturas; para ello se aprovechan de la mano de obra barata. Pagan lo menos posible: "No es necesario pagar tanto a estos nativos, sería torpe, señores, elevar estos salarios. No conviene. Estos rotos, estos chilitos no sabrían sino embriagarse con tanta plata. No, por Dios. Son primitivos, poco más que bestias, los conozco mucho. No vayan a pagarles tanto" (NERUDA, Canto General). 281