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SITUACION SOCIAL LATINOAMERICANA Y RESPUESTA ECLESIAL Carlos Bazarra, ofm cap. Hace 500 años, los indios americanos oye– ron que los evangelizadores llegados de más allá de los mares, los llamaban "hermanos". Lamentablemente el trato que recibieron fue muchas veces de "esclavos". Hoy América La– tina sigue viviendo descalza y hambrienta, por– que hay hermanos que se empeñan en ser due– ños y señores. América Latina tiene una pre– gunta que le quema los labios y el corazón: ¿Qué significa "hermano" en el Evangelio? ¿Tiene algo que ver con "esclavo"? Y del fon– do de sus venas brota una legítima aspiración: liberar la palabra "hermano" del contenido absurdo y contradictorio de servidumbre pa– ra reintegrarle su significado genuino y cristia– no de dignidad humana. l. Lectura sociológica Las transformaciones sociales en América han seguido un ritmo constante. El crecimien– to económico es innegable. La industria, la téc– nica, las instalaciones de todo tipo están a la vista. América Latina no es sólo "monte y cu– lebra" como a veces se oye decir despectiva– mente. dberoamérica se ha convertido en un mundo feliz? Desgraciadamente no. El au– mento de la pobreza ha ido in crescendo. Pa– ra el año 2.000 tendremos unos 130 millones de personas en condiciones de pobreza. El 5% de la población se va enriqueciendo mien– tras que el 20% se va empobreciendo. Hay al– go que no funciona bien en este modelo de de– sarrollo. ¿Qué es? Hay una explicación que podríamos lla– mar fatalista. Se nace rico o pobre, o también se logra la condición de riqueza o pobreza por azar, por desgracia o por fortuna. Esta es una explicación parcial, pero no universalmente válida. Atribuirlo todo a la fatalidad es eludir la responsabilidad del propio hombre. Nos in– teresa buscar una razón que explique el fenó– meno de América Latina en cuanto tal. 280 Otra es la explicación que goza del favor de las clases pudientes. Los ricos serían aque– llas personas que han sabido trabajar o admi– nistrar. La riqueza sería un fruto de su esfuer– zo. Los pobres lo serían por su propia culpa. ¿Dónde está la culpa de los pobres? Se en– cuentra en diversas razones: a) Los pobres son demasiados Tienen muchos hijos, y no es lo mismo repartir un pan entre diez niños que entre dos. Los diez niños quedarán hambrientos; si van a la escuela, no podrán rendir como los bien alimentados; probablemente no podrán ir a la escuela porque tendrán que trabajar para sa– ciar su hambre. Así su pobreza se une la in– cultura. A la incultura frecuentemente sigue la delincuencia. La sobrevivencia de indigentes hace bajar el nivel de ingresos per cápita; la muerte de los pobres produce un aumento de ingresos per cápita. La pobreza va ligada a las masas. La riqueza solamente es posible en minorías. El Capitalismo aboga por la castidad. Que los pobres engendren menos hijos. Y si no lo hacen por virtud, que lo hagan al menos por necesidad: anticonceptivos, esterilización, aborto, castración. La muerte se adelanta a la

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