BCCCAP00000000000000000001592

"¿Quién le teme a la teología de la liberación?", se pre– gunta Leonardo Boff en el n. 4 de nuestro boletín TAU-CO– MUNICACIONES que acompaña a esta entrega de CUADER– NOS FRANCISCANOS. Y a esta pregunta habría que agregar ahora otra, al parecer, en vista de las nuevas y sorprendentes declaraciones del Cardenal Ratzinger en relación con la "eta– pa posconciliar", que califica como "decididamente negativa": "¿Quién le teme al Concilio Vaticano JI?". Creíamos tener la respuesta tanto para una como para otra pregunta, pero ahora ya no estamos tan seguros. Será ne– cesaria mucha serenidad, y también mucha humildad, para si– tuarse con equilibrio frente a los embates restauracionistas que están viniendo últimamente de todos los flancos. Como para K. Rahner, también para nosotros "nuestra seguridad es el futuro", lo que no quiere decir que despreciemos el pasado, sino que no creemos en imposibles retornos , y que quisiéra– mos ser conscientemente, y en la medida de nuestras limita– ciones y pecado, "hombres del tiempo que viene", como san Francisco, según la feliz expresión de Tomás de Celano. Desde nuestra modesta atalaya de CUADERNOS FRAN– CISCANOS y TAU-COMUNICACIONES continuamos avizo– rando el futuro, sin dejar de mirar al pasado, por cierto, pero sin sacralizarlo, esforzándonos por ser, también modestamen– te, "custodios de la esperanza", como nos lo pidió el propio Juan Pablo II por los días del Centenario. Patricio Grandón, integrante del equipo de CEFEPAL, que está haciendo sus primeras armas como colaborador de la Re– vista, nos exhorta, en su aporte "Algunas reflexiones sobre la teología de la liberación", a leer esta teología desde sus pro– pios presupuestos y categorías, sin arrebatos emocionales, y a sabiendas de que se trata de una teología joven, tan digna de respeto, por lo menos, como otras dentro del legítimo pluralis – mo con que se debe enfrentar el estudio de los problemas fun- damentales de la fe. · En la misma perspectiva, David Flood, en su novedoso análisis sobre "El primitivo modelo franciscano de acción so– cial", señala la influencia que han tenido los modelos cultu– rales de la época en la interpretación de los orígenes francis – canos y en la exégesis posterior francisc(lna, y que nos "ha impedido lanzar las redes con la amplitud suficiente como para captar toda la fuerza del testimonio cristiano de san Fran– cisco". 193

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz