BCCCAP00000000000000000001588

Teología sobre la misión. Del Vaticano II a la "Evangelii nuntiandi" Fr. Walbert Bühlmann, ofm. cap. El autor es Secretario General para las Misiones de la Orden Capuchina. En 1976 public6 "La tercera Iglesia a las puertas", en Ed. Paulinas, España. El presente trabaio forma paite del documento para el Conseio Plenario de la Orden Capuchina. Nos ayu,. dará a situar la espiritualidad misionera franciscana al interior de la Iglesia. La misión responde a un plan preestable– cido y supertemiporal de Dios en confrontación con la humanidad. Nuestro "sí" o nuestro "no", en confrontación de tal plan, no lo modifican; si bien es cierto que el "sí" representa la úni– ca respuesta sensata. Sin embargo, la misión, en cuanto actualización histórica del designio divino, está sujeta a muchos condicionamientos humanos, y, por tanto, mudables. Uno era el modo de presentarse en tiempo del colonialis– mo y de la eclesiología antiprotestante, y otro el modo como s·e presenta ahora en el cuadro de los Estados independientes y de la teolo– gía post-conciliar. La actividad misionera debe corresponder a la teología actual de la misión. Es.ta correspondencia es inclusive un aspecto de la obediencia eclesial, del sentire cum Ecclesia. No debemos continuar manteniendo perezosamente actitudes pasto rales superadas, como si nada hubiera acontecido. El Vaticano II ha aportado una efectiva primavera teológica y ha creado una nueva teo– logía particularmente rica. Las encíclicas misio– nales de Benedicto XV y Pío XI son excelentes por razón de su análisis y de sus clarividentes disposiciones, ,pero por lo demás contienen so– lamente avisos parenéticos más bien que pro– fundidad teológica. El Vaticano 11 ha llenado esta laguna, y la Evangefü nuntiandi (EN) del 8 de diciembre de 1975 ha marcado un buen progreso en este sentido; ella representa prác– ticamente el documento conclusivo del Sínodo de los Obispos de 1974 sobre la evangaliza– ción en el mundo contemporáneo. Sin embar– go, Paulo VI, más de una vez, la había indicado como documento "suyo" y que defendía con todas las fibras de su corazón. Ideas que el Vaticano 11 había lanzado por primera vez y que por tanto se formulaban con mucha cautela; en la Exhortación Apostólica se dan como obvias. Tensiones entre estructu– ras tradicionales y nuevas concepciones que el decreto sobre misiones Ad gentes propone todavía en una singular dicotomía; en la Exhor– tación son decididamente resueltas y formula– das de un modo más o menos completo hasta en sus últimas consecuencias. Se tiene la im– presión de que en la EN se han impuesto las ideas de los mejores obispos y especialistas. Esto es lo que trataremos de demostrar en las siguientes páginas con la ayuda de cuatro ideas principales. No se trata de ideas que se excluyen mutuamente, sino de ideas que se complementan y en las que el Vaticano 11 y la EN han efectuado, naturalmente, una clara trans– posición de acentos. l. IGLESIA UNIVERSAL E IGLESIAS 1-0CALES En la eclesiología tradicional los católicos conocemos solamente la Iglesia en "singular", la Iglesia una, santa, católica, y apostólica, la Madre Iglesia, la Iglesia católica romana con su fuerte poder central. Hemos olvidado que no solamente tos protest,ant,3s, sino ~ambién 1al Nuevo Testamento hablan con preferencia de Iglesias, en plural, como hace, por ejemplo, el apósto san Juan que es-cribe sus cartas a las siete iglesias del Asia Menor. Esta tendencia católica se explica por la reacción antiprotes– tante, y también -no lo debemos olvidar-, por el hecho de que el Vaticano 1, que había definido el primado universal y la infabilidad del Papa, fue suspendido debido a la entrada de las tropas piamontesas en Roma, y no pudo, en consecuencia, elaborar un segundo docu– mento sobre el Episcopado y las Iglesias loca– les, dejando la propia eclesiología incomple– ta y, por tanto, unilateral. El Vaticano I levan- 145

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz