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falso, un ídolo. Nos pasaríamos nuestro tiempo creyendo que adoramos a Dios, y en cam– bio estaríamos sirviendo a un ídolo: "Seríamos los más dignos de compasión de todos los hombres" (1 Cor 15, 19). En pocas palabras, la Vida Religiosa en AL. fue antes Vida y consecuentemente Reli– giosa. Se acercó a los pobres "para que tengan vida y la tengan en abundancia" On 10, 10). No fue buscando una santidad alienante. Hubo quienes protestaron: "lo nuestro es el tem– plo, el mundo es para los laicos". Con Jo que simple y llanamente repudiaban la parábola del buen samaritano con su exhortación final: "Vete y haz tú lo mismo" (Le 10, 37). l Proyección futura? Ojalá que los Religiosos que han optado por los pobres, sean cohe– rentes con esa opción. Ojalá que los Religiosos timoratos y lcobardes? descubran que van a ser examinados por su solidaridad con los pobres (Mt 25, 31-46) y tengan la audacia de "aproximarse", de "hermanarse". Ojalá que los teóricos de la opción por los pobres, tras– ciendan el nivel del slogan y lo hagan vida. Ojalá que quienes sistemáticamente combaten, denigran, ridiculizan la opción por los pobres, respaldados por el dinero del Capitalismo in– teresado, no resistan a la gracia, porque humanamente nada se puede esperar de Mammón: "iQué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!" (Le 18, 24). Ojalá que los eclesiásticos constituidos en autoridad dejen de preferir a quienes no les causan ningún problema, porque se han refugiado en una religiosidad artificial, y sepan descu– brir la acción de Dios en el escándalo y la locura de la cruz (1 Cor 1, 23) de quienes lo ven– den todo y lo dan a los pobres (Le 12, 33). No sé lo que deparará el futuro. Lo anticristiano está trabajando desde siempre, y mu– chos se dejan seducir. "Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros" (1 Jn 2, 19). Se trata de mantenerse "fiel hasta la muerte para recibir la corona de la vida" (Apoc 2, 10). La opción por los pobres tiene su reverso, o anverso según se mire, y es la irrupción de los pobres. En los parámetros de la Vida Religiosa, el planteamiento sería el siguiente: Es– tá claro que los Religiosos tienen que hacer, y muchos lo han hecho, una opción real por los pobres. Pero no todo está resuelto mientras los pobres no puedan hacer una opción por la vida religiosa. La formación para la vida religiosa (de ella hablaremos más adelante) tie– ne en la actualidad tal serie de condicionamientos, que muchos pobres no pueden entrar en la vida religiosa, o si entran, se les fuerza a abandonar su clase popular para adquirir un status que le aleja del pueblo y se avergüenzan de volver a él. Este es un desafío que tiene planteada la Vida Religiosa de hoy y de mañana. Aquí en Urimán están viviendo 4 religiosas misioneras del Divino Maestro. Los indí– genas las ven en la escuela dedicando su tiempo y su afán a los niños, en el dispensario atendiendo a todo tipo de enfermos y haciendo más de lo que pueden hacer. También ellas tienen que ir al río por agua. Y padecen el calor, el sol, la lluvia torrencial. Viéndolas cami– nar entre las malocas de los pemones, comprendo lo que significa el nuevo itinerario que ha tomado la Vida Religiosa. Han renunciado al confort, a la comodidad, al silencio, y son pa– ra estos pobres el signo de la presencia divina. La esperanza en el Dios de los pobres se con– creta en la cercanía de las Hermanas. Ellas han llegado antes que el sacerdote. Largas tem– poradas han vivido sin el sacrificio de la Misa . Pero su opción por la vida y por los pobres -la vida por delante- les ha hecho comulgar realmente con Dios. Dios no las ha dejado solas. 2. LA MUERTE POR DETRAS Desde antiguo -también en el mundo extrabíblico- existen una corriente sacerdotal y una línea profética. Lo que voy a decir de los sacerdotes y de los profetas es susceptible de correcciones y de excepciones. Téngalo en cuenta el lector inteligente. Los sacerdotes se agrupan normalmente en tomo al templo y a los edificios de culto. Viven del altar: " lNo saben que los que sirven al altar, del altar participan?" (1 Cor 9 , 13). Están instalados, son sedentarios, se encuentran a gusto. Desde lo profundo del subconscien– te, aspiran a que el mayor número posible de gente se ponga en movimiento hacia el san– tuario, para que ellos puedan permanecer e n su inmovilismo. Cuanta más gente visite el 439

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