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una preparación providencial para la experiencia del Espíritu Santo". José COMBLIN, o, e, pp. 73-74. 7 "La cláusula explicativa <varón y hembra los creó> significaría así que también las hembras son imágenes de Dios... ¿En qué sentido la pareja humana se pare– ce a Dios? En su relación de amor fecundo ... La frase significaría que la imagen de Dios no se expresaría adecuadamente sino en una comunidad, cuyo modelo y prototipo es la que constituyen el varón y la mujer". Pedro TRIGO, Creación e historia en el proceso de liberación. Ed. Paulinas, Madrid, 1988; pp. 328-329. 8 Leonardo BOFF, A Ave-María. O femenino e o Espirito Santo. Vozes, Petropolis, 1990; pág. 71. (Hay traducción en español). 9 Véase, por ejemplo, José María MARDONES, Postmodernidad y cristianismo. Sal Terrae , Santander, 1988; Luis GONZALEZ-CARVAJAL, Ideas y creencias del hombre actual. Sal Terrae, Santander, 1991. 10 Jesús ALVAREZ GOMEZ, Historia de la Vida Re– ligiosa. Tomo I. Instituto teológico de la Vida Reli– giosa, Madrid, 1987; pp. 236-240. J. LECLERT, Monachesimo Femminile, en Dizionario degli lstituti di Perfezione. Ed. Paoline, Roma, (1962-1972). 11 Jesús SANZ MONTES, Lo femenino en la vida y espiritualidad de Francisco de Asís, en Verdad y Vida 197 (1992) 27-51; y en Selecciones de Franciscanismo, 21 (1992) 442-464; cfr Celso Teixeira, San Francisco y lo femenino, en Cuader– nos Franciscanos 101 (1993) 5-17. 12 Cfr. Vida Nueva (Madrid, España), n. 1878 (23 ene– ro 1993) pág. 11. 13 Tomado del Boletín Peregrinos, publicación de CIPFE (Uruguay), n. 4 (1992) pp. 25-26. 107