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petencias del Consejo y del Ministro y a la participación de todos en la vida de la Frater– nidad (arts. 46 a 55). Sigue la descripción de las Fraternidades regional, nacional e interna– cional y del gobierno de las mismas (arts. 61 a 75). Esta parte es una absoluta novedad res– pecto de las Constituciones precedentes. Los artículos 56 a 59 se ocupan de los hermanos en dificultad, del retiro de la Fraternidad y de la dimisión de la misma. El Título cuarto: "De las elecciones", es como un complemento del precedente. El Título quinto: "La asistencia pastoral y espiritual", y el Título sexto: "La Visita Frater– na y la Visita Pastoral", actualizan las relacio– nes entre los Superiores Religiosos Francisca– nos y la Orden Franciscana Seglar y sus Con– sejos y Ministros. Es el fruto de un largo cami– no recorrido en breves años desde la total dependencia de las Fraternidades seglares a la autonomía y al "Altius Maderamen" de hoy. El Título séptimo: "La Juventud Francis– cana", está dedicado a los jóvenes que se sien– ten llamados a hacer su experiencia de vida franciscana en el ámbito de la OFS, con orga– nización y pedagogía adaptadas a sus años. Son dos artículos (96 y 97). El Título octavo lleva como encabezamiento: "En comunión con la Familia Franciscana y con la Iglesia" (arts. 98 a 103). El camino continúa Todas las fraternidades nacionales han debido ponerse al trabajo de actualizar sus propios Estatutos. La Presidencia Internacio– nal ha enviado un mensaje a todos los Conse– jos, señalando aquellos artículos que requie– ren, de un modo inmediato, que se tomen de- cisiones normativas a nivel nacional, y aque– llos que son sugerencias cuya puesta en prác– tica tiene un margen más amplio de tiempo y de contenido. Estos trabajos serán una ayuda importante para la otra tarea que interesa a toda la Orden: una reflexión de las actuales Constituciones que conduzca a la redacción más perfecta del texto definitivo y a clarificar mejor el campo que debe dejarse, en concreto, a la adaptación nacional y local. Las leyes están al servicio de la vida. Ob– serva Raúl Manselli que san Francisco "sen– tía una cierta desconfianza respecto de las reglamentaciones y de las estructuras...; era motivo de su preocupación... que la norma ju– rídica, en cuanto tiende a fijar y a sistemar, tiene el riesgo de apagar el impulso espontá– neo del alma". El mismo Francisco ha debido superar esta desconfianza, viendo que cuanto más crecía el número de hermanos más nece– saria se hacía una regla y una organización regular. Muchos terciarios, yyo mismo, hemos he– cho la misma experiencia. Cuando llegué a Roma en 1974, hacía ya algún tiempo que se trabajaba en la Regla. Los Padres Bédrune, Pedrelli y Provenzano, que como asistentes generales de la OFS me recibieron en su equi– po, vista mi ignorancia, me informaron con mucha amabilidad. Creí un deber impulsar los trabajos, que se demoraban un poco. Lo hice con la ilusión de que, aprobada la Regla, nos quedaría todo el tiempo para la anima– ción espiritual y apostólica de las Fraternida– des. Después he tenido que dedicar muchas horas al Ritual , a las Constituciones y al Esta– tuto del CIOFS. Este trabajo me ha unido a muchos hermanos y hermanas. Ellos me han enseñado cuánta vida había detrás de los tex– tos que proponían y cuánto podía servir todo aquel trabajo a animar la Orden Franciscana Seglar. NOTAS 1 Litterae Circulares de renovanda Tertii Ordinis Legis– fatione. en TERTIUS ORDO 27 (1966) 29. 2 Cf. TERTIUS ORDO 31 (1970) 3 a 9. 3 ORDINE FRANCESCANO SECOLARE. IV Capito– lo Genera/e. ATTI, p. 65. Para el Informe al V Capí- 162 tulo General cf. Actas Capitulares. Archivo del Secre– tariado del CIOFS. 4 Constituciones de la OFS. art. 81,2. 5 CONFERENZA DEI MINISTRI GENERAL! FRAN– CESCANI - PRESIDENZA DEL CONSIGLIO IN-