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NOTAS Y TESTIMONIOS &t ',~. 4«~ de 4U ~ CUADERNOS FRANCISCANOS ENERO/MARZO 1997 N9 117 Carlos Bazarra, OFM. Cap. El Formando, Sujeto de su Formación Introducción El Instituto Franciscano de Espiritua– lidad para América Latina (IFEAL) comen– zó sus actividades el año 1992 en Santafé de Bogotá. Una de sus inquietudes funda– mentales fue la formación de formadores. Pensamos que de una adecuada postura de los formadores dependía la autenticidad de los formandos 1 y por ende de la Vida Reli– giosa. El IFEAL ha realizado hasta la fec ha 5 cursos de formadores con un promedio de 35 formadores/as por semiÍrnrio. La partici– pación abarcó prácticamente todos los paí– ses de América Latina, desde México hasta Chile y con una gran representación de las diversas congregaciones religiosas . Estas circunstancias nos dieron la oportunidad de evaluar procedimientos en las diferentes fases de formación y pudimos intuir que se está gestando un nuevo estilo de formación en la nueva Evangelización. Esto es real– mente esperanzador. Pero igualmente hemos constatado que muchos formadores suelen sucumbir a la tentación de reducir a objeto al formando . Las dos psicólogas que nos han venido 1 Somos conscientes <le que toda persona entra en la categoría de "formandos", pues estamos en formación hasta la muerte. Pero en este artículo nos referirnos exclusivamente a quienes se en– cuentran en las etapas de formación inicial para la Vida Consagrada: postulantado, noviciado y post-noviciado o juniorado. 5 asesorando en nuestros cursos de forma– dores, resumen así este aspecto: "Los formadores se ubican como la autoridad, y ven a los formandos como objetos de su quehacer, como quienes deben aprender una serie de contenidos , de prácticas, de estilos de relación, etc .... Es común que se desco– nozca y/o subvalore su riqueza cultural, su historia personal, familiar, comunitaria, y se los trate a todos como si fueran iguales, de modo que se van homogenei zando hacia un mismo estereotipo cultural. Pocas veces se logra atender sus necesidades e intereses que por ignorancia o por temor no se tocan directamente como lo afectivo, sexual, etc.... En general los formandos se perciben como personas carentes, pasivos en cuanto a su propio proceso formativo, y dependientes de las decisiones de sus superiores. A veces se toman como rebeldes y cuestionadores". 2 &tte#t4dd~~ C<UHO, 4-Ufeto- ~ fvM,eu '""'– ~. e¡u,t,eaú,,~- ~~ ""' e«,- ~ ~– ~. 'I /1,M, to, ~ úeh,e,- ma,,eo, 'I ~- 2 Lucero BOTÍA y Ana Cecilia de RIVERA. La formación para la vida religiosa, en IFEAL ( [994) 296.

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