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Carlos Bazarra, OFM. Cap. Son numerosos los casos de personas expulsadas que guardan un resentimiento de por vida, y llegan a perderse también para la Iglesia. En cambio se puede lo– g rar con una sana orientación que los que no valen para religiosos, sean valiosos apóstol e s en una pastoral seglar. Incluso en. la circunstancia de una sa– lida, el joven sigue siendo sujeto de su propia decisión de abandonar, y no obje– to de un ac to violento e impuesto desde fuera. Así resulta patente que desde su in– greso hasta su salida o hasta su profesión perpetua el formando debe conservar siempre su categoría de sujeto responsa– ble y con la madurez relativa al momento del proceso. Conclusión La legislación es clara respecto al for– mando: debe ser considerado siempre como sujeto. Para mí la diferencia e ntre una formación antievangélica y una for– mación evangélica radicaría en este as– pecto: si el educando es reducido a obje– to, o si se le reconoce su condición de sujeto (persona). Todo lo demás son accidentalidades, apariencias, maquilla– j es. Del principio " la letra con sangre entra", hay que pasar al principio "la letra entra con amor". La formación más que una ciencia, es un arte . Es una relación personal que 16 NOTAS Y TESTIMONIOS CUADERNOS FRANCISCANOS ENERO/MARZO 1997 Nº 117 requiere flexibilidad. 36 Hay que superar las subordinaciones que siempre resultan antievangélicas. 37 Hay que alcanzar el cli– ma de lo afectivo para lo fraterno: "To– dos ustedes son hermanos" (Mt 23, 8). Es ridículo razonar: "son hermanos los que han hecho votos perpetuos, no los postnovicios ni los novicios, ni muchos menos los postulantes". San Francisco con genial intuición, se adelantó en su tiempo a esta pedagogía de la fraternidad: "Ninguno de los her– manos tenga potestad o dominio, y me– nos entre e llos" . 38 Cualquier joven que ingresa, debe ser acogido con alegría y amor. El proselitis– mo sin fraternidad es nefasto, porque se ofrecen mil señuelos para atraer candida– tos, y una vez ingresados se los masifica, se los despersonaliza y se los silencia. "¡Ay de ustedes ... que recorren mar y tierra para lograr un prosélito, y luego lo hacen peor que ustedes!" (Mt 23, 14). 36. "Se debe mantener la flexibilidad, recordando sin embargo que la prudencia puede aconsejar cosas que el derecho no impone" . 37. "Una Iglesia que introdujese en su seno <sub– ordinaciones> demostraría no haber entendido totalmente el misterio". G. RUGGIERI, Nueva Conciencia de la Iglesia como fraternidad evan– géli ca, en Conc il ium Uunio 1981) p. 362 . 38.JRS,9- 11.
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