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NOTAS Y TESTIMONIOS CUADERNOS FRANCISCANOS ENERO/MARZO 1997 Nº 117 • 1 4. El formando en la fase deliberativa de la formación La formación, como toda actividad hu– mana, tiene una fase deliberativa y una fase ejecutiva. Es lo que se refleja en la afirma– ción evangélica: "Dichosos los que escu– chan la palabra de Dios (deliberación) y la ponen por obra (ejecución)" (Le 11, 23). Si el formando es sujeto de su propia formación, esto quiere decir que ha de in– tervenir tanto en la elaboración como en la ejecución de los planes formativos. De lo contrario, será sólo destinatario: los for– madores trabajarán para los formandos, pero sin los formandos. Hagamos un esquema de lo que debiera ser la confección de un proyecto formativo. Los pasos a seguir serían los siguientes : Paso 1: La autoridad competente (A), encomienda la elaboración de un plan for– mativo a una comisión (C). Lo lógico es que en la comisión haya representantes de formadores y formandos, no como fuerzas antagónicas, sino complementarias. Paso 2: La C por medio de una encues– ta pide sugerencias e ideas a la base (B). La base son todos: superiores y súbditos, los de votos perpetuos y temporales, y hasta 13 &t '?~, aufe(4, de au ~ Carlos Bazarra, OFM. Cap. los nov1c10s y postulantes. Las respuestas se valoran por sí mismas y no por quien las firma. Si es una buena sugerencia, no im– porta que sea de un postulante. Si es una mala idea, no importa que sea de un vene– rable de votos perpetuos. Paso 3: La C con lo aprovechable de lo propuesto por la B , elabora un anteproyecto del plan formativo. Paso 4: El anteproyecto vuelve a la B , que lo estudia y hace sus últimas observa– ciones. Paso 5: La C, oídas las observaciones, elabora el plan formativo y lo presenta a la A. Paso 6: La A lo estudia, puede hacer sus modificaciones, y lo aprueba, promul– gándolo. La C deja de existir como tal comisión, logrado el objetivo para el que fue constituida. Paso 7: Cada tiempo prudencial, la A propone a la B una evaluación de ese plan formativo. Se tendrá en cuenta, sobre todo , la opinión de formadores y formandos, que son quienes tienen que ejecutar el proyecto de formación inicial. Este paso 7 nunca debe considerarse cerrado, sino siempre abierto . De este modo el plan mantendrá su flexibilidad de acuerdo con las circunstan– cias y los momentos históricos que se están viviendo. Los formandos y los formadores no son para el plan, sino que el plan es para formadores y formandos. Notemos que el paso 2 y e l paso 4 son bastante coincidentes. El 2 es más amplio y genérico, el 4 es más concreto y aterrizado. Si hubiera que destacar alguno, el 4 debe tener preferencia y pasar por alto el 2. Pero habiendo tiempo suficiente, debieran se– guirse los 7 pasos del proceso. De este
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