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cio. Se da una formación diferente a los her– manos laicos y a los que aspiran al sacerd0<;:io. Se prohíbe pasar de un estado al otro. Se exi– ge diversa edad para la admisión (14 y 18 años). Se fue desarrollando lo sembrado en 1239. El hermano laico se convirtió en un religioso de segunda clase, asistido y beneficiado por la clase de los clérigos. Por eso, algunos estudio– sos hablan del Capítulo de 1239 como verda– dero "pecado original" de la Orden en este as– pecto 17 . Creemos que el predominio clerical en la Orden tuvo una doble consecuencia negativa: -apagar la característica de "hermano nie– nor" en el clérigo, y -poner en una situación de inferioridad al laico. 3. LO QUE FRANCISCO REALMENTE QUISO Analizando sus escritos podemos ver con claridad lo que Francisco quiso que fuera la Orden: una fraternidad en que todos los her– manos tienen los mismos derechos, deberes y dignidad. A Francisco le impactó la tremenda desi – gualdad que había tanto en el mundo civil co– mo en la Iglesia. En Asís, por ejemplo, no ha– bía lugar para los leprosos. Estos, sencillamen– te, no existían para la "Carta de Asís". Había también una humillante división y discrimina– ción entre "maiores" y "minores". La Iglesia estaba infectada con la misma mentalidad clasista. Los monjes provenían de la nobleza, mientras a los plebeyos se les ad– mitía como "conversos", en una clara inferio– ridad. Se sacralizaban los diversos estamen- tos 18 . Frente a esa realidad de división y desi– gualdad, Francisco es claro: no ·quiere nada de eso en la fraternidad: "y nadie sea llamado prior; mas todos, sin excepción, llámense her– manos menores" 19 . El Evangelio le hace ver claro. "Quiero que esta fraternidad se llame Orden de Hermanos Menores" 20 . La fraternidad está abierta a todos, pobres y ricos, nobles y plebeyos, cultos e ignoran– tes 21 . Las mismas condiciones para los candi– datos, las mismas obligaciones, las mismas condiciones de vida, basadas en el Evangelio. Esto no excluye que los hermanos desa– rrollen funciones diversas: ministros, predica- dores... Hay también diferencia en los roles litúrgicos 22 • Francisco no pensaba que eso fuera obs– táculo para la unidad de la fraternidad. Para él todos son hermanos, como puede verse, por ejemplo en la Carta al Capítulo... Francisco tiene un gran respeto y venera– ción a los sacerdotes, sobre todo por el minis– terio Eucarístico. Con todo, les llama "mis her– manos sacerdotes" 23_ Con una certera intuición teológica, Fran– cisco descubre que el Espíritu Santo es la fuen– te de la unidad indivisible de la fraternidad, abierta a todos y sin discriminación de ningún tipo 2 4. Hay testimonios externos a la Orden que constatan el carácter "innovador" de la frater– nidad evangélica franciscana. Un ejemplo: "Para que fuese mayor la comunidad de amor entre los hermanos, quiso (Francis– co) que todo en su Orden fuese uniforme y concorde, para que allí se unieran los mayores a los menores, los letrados a los iletrados, con idéntico hábito y observan– cia de vida, y que los lejanos y los cerca– nos estuvieran unidos con lazos de estre– cha amistad. 'Dondequiera que se en– cuentren los hermanos, muéstrense fami – liares entre sí'. Y casi como familiares de una misma casa, todos gozan de los mis– mos derechos de acuerdo a la legislación de la Orden" 25 . 4. CAUSAS DE LA CLERICALIZACION Se conjugaron muchas causas, tanto in– ternas como externas a la Orden, que llevaron a ese resultado. Entre las causas internas voy a señalar brevemente la evolución que hubo en la Or– den con respecto al trabajo, a la vida apostó– lica y al estudio, que están muy entrelazadas. a) El trabajo El trabajo manual era la fuente primera de sustento. En las dos reglas se ve ya una evo– lución. Llama la atención el dramatismo con que el Testamento habla del trabajo 2 6 . Con el aumento de hermanos clérigos y el desarrollo de la predicación se va dando una división de cometidos: los clérigos se de– dican a los servicios pastorales, y los laicos a los manuales. 309

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