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o 1 El impulso renovador e innovador que nos vienen desde diversas instancias de la orden debería encontrar cada vez más caminos de concreción y compromiso, y más aquí, en Amé– rica Latina, por las especiales circunstancias en las que se desenvuelve la vida en la mayor parte de los países latinoame– ricanos, y que nos están exigiendo respuestas cada vez más coherentes con la vocación proclamada. Como en otros lugares, pero tal vez también especialmen– te entre nosotros, lo que está en juego es la capacidad creati– va de los hermanos, y ese en-tusiasmo, que etimológicamente podría traducirse como "divina inspiración", que caracteriza a todos los reformadores e innovadores, y al que san Francis– co apela en sus escritos calificándolo con diversos nombres, como "espíritu del Señor", "iluminación" y otros. Sin duda, y a pesar de ciertas tendencias restauracionis– tas que se insinúan últimamente aquí y allá, estamos ahora en mejores condiciones de avanzar y crear algo nuevo -de eso se trata, y no de restaurar o repristinar-, sobre todo contan– do con la disponibilidad y natural creatividad de los jóvenes hermanos, que ya van siendo bastante numerosos en América Latina. La reflexión y el pensamiento simbólico franciscano han sido muy ricos y matizados en los últimos decenios, y su in– cidencia en el proceso de crecimiento de la Orden seguramen– te más decisiva de lo que se suele afirmar, si bien se han dado dentro del contexto cultural y las coordenadas del Primer Mun– do y en una línea predominantemente teológico-espiritual, que deja de lado o no ha valorado ni tematizada suficientemente otros aspectos que marcaron y enmarcaron la opción evangéli– ca de Francisco. A este propósito señalamos la importancia del libro "Los franciscanos ante los desafíos del Tercer Mundo", recientemen– te editado por CEFEPAL, que amplía y traduce las exigencias del proyecto de vida franciscano y su peculiar sentido de la misión a las necesidades y las expectativas de las jóvenes Igle– sias del Sur del planeta, explicitando sus contenidos esencia– les desde una teología, una historia y una realidad con carac– terísticas peculiares. El Consejo Plenario OFM de Bahía (Brasil), como el Con– greso interfranciscano de Mattli (1982), cuyas reflexiones y pro– puestas recoge el libro citado, privilegiaron esta perspectiva, y están encontrando un amplio eco en diversas Asambleas re– gionales, como el Seminario sobre "Formación para el cambio social" (Manila, nov. de 1983), la UCLAF: "Unión de Confe– rencias franciscanas latinoamericanas" (Cali, Colombia, feb. de 1984), la CEB: "Conferencia franciscana brasileña" (San– tarem, Brasil, en. de 1984) y la ACIF: "Asamblea conjunta in– terobediencial franciscana del Cono Sur" (Córdoba, Argentina, 57