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PANORAMICA DE LA PRESENCIA FRANCISCANA EN AMERICA LATINA Camilo E. Luquin, OFM Cap. l. La utopía franciscana de la misión Por costumbre, o tal vez por una exigencia que brota de la raíz de nuestro propio ser, los franciscanos tenemos la propensión a refe– rirnos a nuestros orígenes como a un tiempo de gracia, cuya densidad se supone que es ca– paz de movilizar todas nuestras energías laten- tes, convirtiéndonos de la noche a la mañana en hombres nuevos. La tentación puede con– sistir en absolutizar esa referencia, anulando, por frustración o desánimo, su eficacia movi– lizadora. Acaso ninguna otra institución religiosa esté tan marcada por esa gracia de los orí– genes como la franciscana ; y los orígenes nos condicionan siempre de una manera decisiva, lo cual es saludable si somos capaces de re– lativizarlos. Cuando miramos el panorama de la pre– sencia franciscana en América Latina a vista de pájaro, que deja fuera del campo de visión muchos detalles que obligarían, sin duda, a matizar el análisis, podemos observar que tam– bién ha existido una gracia de los orígenes de nuestra presencia franciscana en el Conti– nente; y que, a lo largo de los siglos, esa gra– cia se fue también desvirtuando, y sólo en los últimos decenios, a favor de la investigación histórica, todavía tan deficiente entre noso– tros, y de la exigencia conciliar de volver a las fuentes, estamos comenzando a visualizarla y entenderla como arquetípica. En efecto, los primeros misioneros fran– ciscanos heredaron , y de una manera que sor– prende por su originalidad y frescura , aquel es– píritu de novedad de Francisco y sus compa– ñeros, inspirando su acción en un "mesianis– mo utópico , que impregnaría el alma latino– americana casi hasta el presente" (E. Dussel, Historia de la Iglesia en América Latina, t. I, pág. 554, Salamanca, 1983). ____rtebelalengua!ltb~ canayCafttl'4na ,compatfl• por el muy 1\1 urrendo podre fray .AlonfoleíM.a. 1 linadelaordendeStñor 17 l'!IJ .. (UtilL(S-:J7AU,,{ant Praacifca..rjv :fin¡,,"'I. /~ f .E11 JJ!cxicom c4Íf a elePedro Ocbartt, aS71 «Arte de la lengua mexicana y castcllanu, compuesto por el muy reucrcndo padre fay Alonso de Molina, de la orden del Señor Sant Francisco. Mbico 1)71 Una de las pri111ems obras sa lidas de la imprenta creada por fray fuan de Zumárraga. El entusiasmo misionero suscitado por la conquista de América, no sólo en la Penínsu– la Ibérica, sino en varios países de Europa, que por lo que se refiere a los primeros mi– sioneros franciscanos estaba aún afectado de joaquinismo, se enraizaba sobre todo en la propia utopía de la misión enunciada por Fran– cisco de Asís en la Regla no bulada : some– terse a toda humana criatura por Dios, confe– sando su fe sobre todo con el testimonio de la propia vida, lo que es algo distinto del con– formismo o la propensión de los misioneros franciscanos a someterse a situaciones dadas , que el mismo Dussel y A. Methol Ferré (Mo– mentos de la Iglesia en la historia de Amé– rica Latina, "Medellín", vol. 9, n. 35, pág. 343) atribuyen al "pathos" misionero franciscano. El hecho es que se puede hablar de una teología, y aun una metodología franciscana de la misión, que se enraizaba en el espíritu de novedad y frescura evangélicas del pro– yecto franciscano de vida y su tensión hacia el futuro; y de que los primeros misioneros 21

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