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240 templador o un auténtico poeta puede captar ese "más-de-lo-que-se-entiende", y descubrir ahí, en ese sagrado de la criatura el rastro de Dios, su vestigio y el ger– men del Verbo. Esta visión profunda de la realidad, que identifica el acto creativo, está li– gada en los grandes poetas religiosos a un temperamento excepcionalmente abier– to a los impulsos o energías inconscientes y a la estructura arcaica del hombre, y a una experiencia de Dios en el ápice del espíritu que los lleva a una espirituali– zación de la materia y de la vida y a una verdadera comunión cósmica; es el ca– so de san Francisco o de san Juan de la Cruz, y también en buena medida el de Hopkins, excepcionalmente dotado, además, para el lenguaje simbólico. San Francisco ve el sol como un caballero, lugarteniente de Dios, "señor", de quien es enviado o "lleva significación", y en este sentido es también símbo– lo de Cristo; como el agua "humilde y casta" es la vida que fluye viniendo desde la fuente de toda alegría como por canales de gracia, al igual que las demás cria– turas hermanas, e hijas de un mismo "Padre Engendrador". Y esto lo vivía san Francisco "con una intensidad de devoción desconocida antes de él" (LM 9, 1). Se trata de una realidad imaginada y recreada por el contemplador, "la imagen de una presencia íntima y sagrada, todo el misterio de las honduras invio– ladas del alma en el corazón de la materia" (Eloi Leclerc, El Cántico de las Cria– turas, p. 28). El texto de san Buenaventura al que nos referimos anteriormente, y que Hopkins había transcrito en su diario, es el siguiente: "Todas las criaturas le impulsaban al amor divino, exultaba de gozo en cada una de las obras de las manos del Señor, y por el alegre espectáculo de la creación se elevaba hasta la razón y causa vivificante de todos los seres. En las cosas bellas contemplan al que es sumamente hermoso, y mediante las huellas impresas en las criaturas buscaba por do– quier a su Amado, sirviéndose de todos los seres como de una escala para subir hasta Aquél que es todo deseable. Impulsado por el afecto de su extraordinaria devoción, degustaba la bondad originaria de Dios en cada una de las criaturas, como en otros tantos arroyos derivados de la misma bondad ; y, como si percibiera un concierto celestial en la armonía de las facultades y movimientos que Dios les ha otorgado, las invitaba dulcemente - cual otro profeta David - a cantar alabanzas a Dios" (LM 9, 1). Este texto es una síntesis de toda la teología simbólica y mística bonaven– turiana contenida especialmente en el Itinerarium mentís in Deum, una teología dinámica y relacional, y con un lenguaje que participa de la propia condición de la poesía, como sucede, por lo demás, con no pocas páginas de los textos pri– mitivos franciscanos, que son un reflejo del propio talante intuitivo-emotivo y la capacidad imaginativa de san Francisco. El mundo, en esta perspectiva simbóli– ca, es una escala para acceder a Dios, fuente de toda belleza, plenitud fontal de la que fluyen hacia las criaturas como unos hilillos de gracia y "alegría". Esa fon– talidad primordial o esa belleza originaria es lo que san Francisco "contuía" (con– tuebatur) y lo que lo "sobre-elevaba" a su origen y principio. San Buenaventura multiplica los símbolos: sombra, vestigio, espejo, fuente, escala, etc., para explicar cómo el hombre es capaz de "especular" en sí mismo y en el ser de las criaturas a Dios y al Verbo de Dios. El término contuición está entre los más característicos de san Buenaventu– ra, y expresa el conocimiento indirecto, la aprehensión de las realidades que están más allá de los datos objetivos y primarios, y que en la concepción de san Buena– ventura, como en la de Hopkins están vinculados al "Primer principio" o el "Pa– dre Engendrador". La capacidad "contuitiva" de Hopkins, agudizada por su inteligencia, su temperamento creativo y su desvelado siquismo, hacían que su espíritu se empi– nara como connaturalmente, al igual que el de san Francisco, hasta el origen de la vida y la fuente de toda belleza, hasta alcanzar a veces ese "excessus mentís"

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