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734 Villalmonte la naturaleza de la p,raxis como caridad, amor recto de la voluntad. La perfección última de la vida humana se consigue, según el Evan– gelio, en la práctica de la caridad. Por tanto, el saber supremo es aquel que regula el comportamiento humano en la caridad. La im– portancia cultural de este doctrina escotista estriba en el hecho de haber orientado la antropología por las vías del voluntarismo, poniendo la suprema perfección del hombre en la acción y, nominal– mente, en la acción que sea amor recto de caridad. La diferencia entre la praxis teológica propuesta por Duns Escoto y la praxis de que habla la antropología filosófica moderna es notable. La diferencia de horizonte mental, de preocupaciones cul– turales y humanas es muy visible entre el hombre medieval y el hombre del siglo XX. Escoto se encontró con el problema de acomo– dar el concepto de « praxis » propuesto por Aristóteles y el humanis– mo greco-romano al nuevo concepto de hombre y de su destino traído por el cristianismo. El teólogo de hoy debe aceptar la tarea de inte– grar, en una visión unitaria nueva y superior, el concepto de praxis propuesto por Marx - junto con el concepto de hombre en él impli– cado - y el concepto de praxis elaborado por la teología, especial– mente por Duns Escoto 39 , cuyo concepto da praxis es el menos distan– ciado del propuesto por la filosofía moderna. Aceptando, en este caso, que Escoto sea el más calificado repre– sentante de la teología, podemos hablar de las diferencias entre los "En sentido riguroso y propio la praxis es el amor recto de caridad y ciencia práctica la que se ordena a este amor de caridad. Pero también puede llamarse « practicos-praxicós », otros actos del hombre que se realicen a impulsos de la caridad. En este mismo sentido habla también R. BACON: « Omnes enim aliae dicuntur esse speculativae. Nam licet quaedam sint activae et operativae, tamen sunt de operibus artificialibus et naturalibus non moralibus, et speculantur veritates rerum et operum scientialium quae referuntur ad intellectum speculativum et non sunt de eis quae pertinent ad intellectum practicum; quia ideo dicitur practicus quod praxim, id est operationem boni et mali exercet. Unde practica hic stricte sumitur, ad opera moris quibus boni et mali sumus; licet largo modo sumendo practicam pro omni operativa scientia, multae aliae sunt practicae; sed antonomastice hace dicitur practica, propter principales operationes hominis, quae sunt circa virtutes et vitia; et felicitatem et miseriam alterius vitae ». Opus Maius, ed. J.H. Bridges London– Oxford 1897 ss, II 223. La praxis tipo marxista estaría dentro de lo que R. Bacon llama ciencias « operativas y activas», praxis en sentido lato. Es claro que la divergencia de denominación implica un diverso concepto del hombre y de cual será su obrar en orden a realizar su auténtico ser.

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