BCCCAP00000000000000000001536

724 Villalmonte no podía de ser menos; pero emerge desde las exigencias y a impulso de la propria gloria de Dios buscada. Como la « praxis » de Dios es amarse-glorificarse a Sí mismo en otros, vult diligi ah Alio sum– me, - vult habere alios condiligentes se, así Cristo quiere que otros amen y glorifiquen a Dios y los ama desde Dios y para Dios. Y el creyente ama a los hombres desde Dios y para glorificación de Dios. Cristo no es querido por Dios para ninguna finalidad primordial– mente salvadora-liberadora del hombre, sino como Glorificador de la Trinidad. Aunque expresamente se recoge en la TF la idea de Ireneo de que la gloria de Dios envuelve dentro de sí la salvación del hombre donándole la vida eterna 26 • Diríamos que el hombre y sus problemas no entran en la consideración teológica ni en la praxis teologal específica sino en la medida en que tanto la reflexión teórica como la acción práxica se realizan sub ratione Deitatis. 3. - La TF ante el reto del humanismo actual. Desde este decidido y denso teocentrismo en la visión del hombre hay que enfocar d diálogo que la TF ha de mantener con el hodierno antropocentrismo radical. Esta consideración del hombre bajo la razón de Deidad no hay duda de que ejerce sobre el humanismo una doble función de crítica y señalación de sus límites, pero también enriquecedora. La TF, fiel a su propia identidad, señalará el sentido último de la vida humana en la glorificación de Dios; pero al mismo tiempo debe atender las demandas del humanismo que, desde una lectura teológica del hecho, también puede ser escuchado como un eco de la voz de Dios. En el giro antropocéntrico de la cultura moderna hay detectar un « signo de los tiempos», con el sentido positivo, benevolente y constructivo que la fórmula tiene en el Vaticano II y en la teología subsiguiente. Un creyente puede pensar que algo interesante quiere decir Dios a los hombres mediante un hecho tan enorme y de tan fuerte resonancia como el humanismo radical surgido en tierra de cristianos. Es la voz del hombre « humillado y ofendido » porque en tantos momentos el nombre de Dios, el ejercicio de poderes divi– nales, unívoca y masivamente entendidos, recortaron derechos hu- "Hablando del Hijo que viene para glorificar al Padre y para utilidad del hombre, tiene las palabras: « gloria enim Dei vivens horno; vita autem hominis visio Dei». Adv. Haer. IV, 20,7; MG 7,1037.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz