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716 Villalmonte perspectiva tradicional, que el sentido último de la vida humana en el estado de peregrinación (y siempre) ha de ponerse en el « ser– vicio » de Dios, o en promover la mayor « gloria » de Dios. Porque volviendo a las fuentes del NT resulta que el « servicio cristiano no debe entenderse exclusivamente o con dualismos incongruentes, como un servicio cultual, doxológico, litúrgico en la acepción mo– derna de la palabra; sea el « servicio litúrgico» que tiene a la vista el Apocalipsis, sea la « Liturgia » que practicamos 1 en las asambleas cultuales cristianas. Aunque haya que establecer una jerarquía de valores, cualitativa, pero no hay que separar el « servicio religioso– cultual » del que venimos llamando servicio civil, tareas profanas, seculares del creyente. Algo similar acontece con la palabra y la praxis de la «gloria» de Dios. Según una conocida fórmula de san Ireneo la gloria de Dios se cumple en que el hombre viva la vida eterna. Piensa el cristiano de hoy que nunca promovemos mejor la gloria de Dios que cuando con nuestro trabajo y colaboración perso– nal - culminando en el ejercicio de la caridad «política» -, pro– curamos que la creación de Dios, el hombre liberado de sus limita– ciones, refleje mejor las perfecciones divinas: que sea una expan– sión objetiva, óntica de la gloria de Dios. II. - LA TF ANTE EL GIRO ANTROPOCENTRICO DE LA TEOLO– GIA ACTUAL Pensamos que una tarea primordial de la teología de cara al futuro es la superación positiva, crítica y creadora, del antropocentris– mo en que se encuentra inmersa nuestra cultura y que está dejando huella muy perceptible en la propia teología. Veamos si la TF tiene algo que aportar a esta común tarea. Y, como es obvio, desde aquella perspectiva que, según opinión más recibida, ha de considerarse como más original, valioso y específico de la TF histórica. l. - Absorbente teocentrismo de la TF. El entorno vital en que brotó y creció la TF histórica es bien distinto de aquel en que brotó y se ha desarrollado el giro antropocén– trico de la teología. Ya hemos indicado que la Edad media, por lo que a nuestro tema se refiere, se señala como una época en que predomina la visión teocéntrica del hombre. Lo mismo acontece en

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