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consiste la verdad metafísica de la cosa cuyo último fundamento es la misma esencia de Dios. Vimos que Suárez pensó que la raíz de la inteligibilidad de la cosa se halla en su misma esencia, no en la vinculación de esta esencia con la idea divina. La curva de Suárez se acentúa en Kant. Este no sólo niega con Suarez la dependencia de la verdad metafísica respecto de Dios, sino que, contra el mismo Suarez, niega la inteligibilidad de la cosa en sí. De aquí concluye lógicamente que la mente es la única legisladora de su propia verdad. Al final de este largo proceso gnoseológico tenemos que constatar que Dios, como último soporte de la verdad metafísica, ha sido radicalmente eli– minado. En su lugar hallamos al hombre. Kant le dará el nombre de Sujeto trascendental. Por ello, y siguiendo la interpretación que da Heidegger de Kant, hemos llamado la revolución copernicana da éste inflexión antropo– lógica. Heidegger, en oposición a otros muchos comentaristas que interpretan la Crítica de la Razón pura como una teoría del conocimiento, afirma que es más bien una antropología 24 • Una respuesta al tema del hombre. Para Hei– degger el intento más profundo de Kant es fundar la metafísica sobre el hombre, De tal suerte que al preguntar Kant por la unidad de las facultades del « espíritu humano », está preguntando por la esencia de la metafísica. Nos aproximaremos, razona Heidegger, al auténtico filosofar de Kant si nos preguntamos, cada vez con mayor decisión, no sólo lo que Kant dice sino lo que hace al buscar la fundamentación. Y lo que se hace en la fundamentación kantiana es que detrás de la pregunta por el valor del conocimiento se deja sentir de modo vigoroso la pregunta por el hombre. Sólo el hombre es la clave que desvela la raíz metafísica del conocimiento 25 • Dios queda desplazado y el hombre ocupa su lugar. Nace la plena secu– larización de nuestra vida mental. Los días de Leibniz, tan próximos a Kant en el tiempo, se hallan espiritualmente muy remotos. Paul Hazard, en su obra muy pensada La Crisis de la conciencia europea no alude a este tema. Lo creemos, sin embargo, uno de los más profundos y decisivos de la gran crisis registrada por el historiador francés. Todavía no se puede hablar en Kant de antroprocentrismo 26 • La razón práctica lo veda. Pero sí de un desplazamiento de Dios en la fundamentación de la metafísica. Desplazamiento gravísimo en consecuencias. La esencia de este desplazamiento consiste en haber ignorado Kant la verdad metafísica. Y por consiguiente, la fundamentación de esta verdad en Dios. La metafísica 24 En España GARCIA MoRENTE se declaró totalmente a favor de la interpretación de la crítica Kantiana como teoría del conocimiento, con exclusión de todo psicologismo antropológico, en la o. c., p. 35, 54, 152, alibí. 25 Kant und das Problemes der 1'.lf.etaphysik, dritte Auflage, Frankfurt a.M., 1965. 26 J. LACROIX, entre otros se ha declarado en contra de una interpretación antropo– céntrica de Kant en la o. c. 594