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466 JULIO MIO) Francisco había caído en la cuenta de que el continuo caminar juntos de un lugar a otro llevaba mucho tiempo y el peligro de enfrentarse entre ellos o criticar de los demás. De ahí que en la Regla de 1221 aparezcan formulaciones negativas de algunas normas, lo cual supone tristes experiencias en la marcha de la Fraternidad. El texto, como era costumbre en Francisco, es un amasijo de normas y citas bíblicas que tienen por finalidad basar en el Evangelio los valores de tal comportamiento. « Yguárdense todos los hermanos de calumniar y de contender de palabra; más bien, empéñense en callar, siempre que Dios les dé la gracia. Ni litiguen entre sí ni con otros, sino procuren responder humildemente, diciendo: Soy un siervo inútil. Y no se aíren, porque todo el que se deja llevar de la ira contra su hermano será condenado en juicio; el que dijere a su hermano: l{aca, será condenado por la asamblea; el que le dijere: Fatuo, será condenado a la gehena de fuego. Y ámense mutuamente, como dice el Señor: Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Ymuestren con obras el amor que se tienen mutuamente, como dice el apóstol: No amemos de palabra y de boca, sino de obra y de verdad. Y a nadie insulten; no murmuren ni difamen a otros, porque está escrito: Los murmuradores y difamadores son odiosos para Dios. Y sean mesurados, mostrando una total mansedumbre para con todos los hombres; no juzguen, no condenen. Y, como dice el Señor, no reparen en los pecados más pequeños de los otros, sino, más bien, recapaciten en los propios en la amargura de su alma. Y esfuércense en entrar por la puerta angosta, porque dice el Señor: Angosta es la puerta, y estrecha la senda que lleva a la vida y son pocos los que la encuentran» (1 R 1 L 1-13). Celano pone en boca de Francisco estas mismas advertencias: «Marchad, carísimos, de dos en dos por las diversas partes de la tierra, anunciando a los hombres la paz y la penitencia para remisión de los pecados. Y permaneced pacientes en la tribulación, seguros, porque el Señor cumplirá su designio y su promesa. A los que os preguntan responded con humildad; bendecid a los que os persigan; dad gracias a los que os injurien y calumnien, pues por esto se nos prepara un reino eterno» (1 Cel 29). Tanto los textos anteriores como el fragmento de la Regla que estamos comentando, expresan la esencia de la «forma de vida» y su peculiaridad. Se trata de los principios evangélicos de misión dentro del espíritu de las bienaventuranzas. Esta coherencia entre bienaventuranzas y misión es lo que confiere originalidad a la lectura que hizo Francisco del Evangelio, ya que si la Fraternidad es enviada en misión, lo es de una forma peculiar, pues los hermanos están entre los hombres para ser los menores, no sólo de forma espiritual, sino «según la forma del santo Evangclio». 2116 Wh Cf. J. Mrcó, «Menores y al servicio de todos. La minoridad franciscana», Sel Fran 60 (1991) 445 s. ·
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