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38 J. 11.UCÓ para los que hacían la enseñanza básica, donde el texto fundamental, además de algunas oraciones litúrgicas como el «·credo», el «padrenues– tro», etc., era el Salterio. Los Escritos nos confirman que Francisco no sólo aprendió a leer y escribir con el Salterio, por lo bien que lo conoce, sino que se sabía de memoria muchos salmos, tal como se practicaba entonces el método de enseñanza. Otra fuente de conocimiento bíblico debió de ser el arte en sus múl– tiples expresiones, como la pintura, la escultura, las vidrieras, ·etc. En una sociedad como la medieval, donde el nivel de cultura era bajo, el a!'te era uno de los principales vehículos de la cultura y formación reli– giosa, hasta el punto de ser considerado como «el libro de los pobres». Por medio del arte, ,esparcido por todas las iglesias y catedrales, la gente sencilla y analfabeta llegaba al conocimiento de la historia bíblica y de las verdades de la fe. Dentro del arte plástico religioso habría que incluir también el «drama litúrgico». Escrito en Lengua vulgar sobre textos litúrgicos y apócrifos, ayudaba no sólo a mantener viva la piedad popular, sino también a pro– fundizar en los hechos más importantes de la Escritura. Al arte plástico habría que añadir la predicación como un elemento 1mportante en la configuración bíblica de Francisco. Además de la pre– dicación ,tradicional de los obispos y párrocos estaba la de los predica– dores monásticos, sobre todo .cistercienses, y también la de los predica– dores itinerantes, tanto clérigos como laicos. El anuncio evangélico, hecho en un lenguaje simple y popular, iba acompañado por el testimonio de una vida pobre y sencilla. Aunque no existan datos sobre la relación de Francisco con estos movimientos de predicadores itinerantes, es bastante probable que la tuviera, puesto que el camino europeo para ir a Roma pasaba cerca de Asís. La liturgia ,es, sin lugar a dudas, la fuente principal del conocimiento bfülico de Francisco; basta con hojear sus Escritos. En ellos se rastrean antífonas, oraciones, frases del or,dinario y del canon de la misa e, indu-so, de los comentarios de los Padres en las lecturas del Oficio, lo cual indica el calado de su influjo litúrgico. Los mismos textos escriturísticos, más que por una lectura directa, debieron de entrar en Francisco a través de la liturgia, tal como hacen pensar las citas esparcidas en sus Escritos. 2. ¿CÓMO LEÍA FRANCISCO LOS EVANGELIOS? La concepción que Frandsco tiene de la Escritura difiere notablemente de la de sus biógrafos. Éstos conocían perfectamente los métodos cientí– ficos de la época, por lo que cultivan una exégesis simbólica que se hace

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