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170 J. MICO mente, salvo raras excepciones, sobre unos valores concretos que, si bien fundamentales, no llegan ·a descubrirnos la fuente de la que manan ni la fuerza de cohesión que les da sentido. En el origen v trayecto del camino espiritual de Francisco, como en toda espiritualidad cristiana, aparece el dinamismo del Espíritu del Señor que provoca la apertura a su gracia y la estructuración de la propia vida de acuerdo con la imagen de Dios que se le hace presente (Test 1). Si Francisco llegó a cristalizar con originalidad un modo de existencia cristiana dentro de la Iglesia fue porque experimentó también a Dios de una forma original, des·encadenando una serie de actitudes y formas de vivir el Evangelio que sirvieron de estímulo clarificador para muchos creyentes a fa hora de plantearse con seriedad su fe. Sin embargo, no basta con reconocer la importancia que tiene Dios en la espiritualidad de Francisco; pues, aun aceptando que se trata de un tema matriz, se puede abordar de un modo positivista, sin relacionarlo con el contexto vital que Je da sentido y en el que se manifiesta su fecundidad. Es decir, que para recuperar la imp9rtancia que tuvo Dios en la vida de Francisco no basta una simple descripción de conceptos sacados de sus Escritos, sino que es necesaria una relectura que nos devuelva los «significados» que para él eran evidentes y que para nos– otros, dadas !as transformaciones de la sociedad, han perdido su trans– parencia. Reconozco que no ·es fácil acertar en esta tarea, puesto que ni la capa– cidad ni los medios acompañan; pero resulta del todo necesario inten– tarlo, ya que de lo contra.río nos exponemos a ofrecer una imagen de Dios disecada que no se corresponde con el Dios vivo que transformó y acompañó a FTancisco durante su vida. 2. DIFICULT\DES PARA LLEGAR AL Drns DE FRANCISCO Además d::- lo complicado que resulta el acercamiento al marco inter– pretativo y contextual de la imagen de Dios en Francisco, existe también d inconveniente de su natural rubor para desvelar sus experiencias reli– giosas más ínt.:mas. Desconfiaba del hermano que no fuera capaz de retener en su interior los favores que el Señor le hubiera podido hacer y, en vez de darlos a conocer a los demás por las obras, prefiriese mani– festarlos sólo con las palabras. Tal gesto resultaría inútil, porque ni ser– viría para él ni para los que le escuchasen (Adm 21), ya que solamente al Altísimo le corresponde manifestar los bienes que :eI siembra en los hombres (Adm 28).

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