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LA RECONCILIACIÓN Y EL PERDÓN... 401 var en nosotros tanto la invocación, humilde y gozosa, de la gracia recon– ciliadora de Dios, como el sentido de nuestra deuda con Él... Sólo sobre esta base se comprende la austera vida de penitencia que llevó Francisco y, por nuestra parte, podemos acoger la llamada a una constant•e con– versión... »Pero el Santo de Asís fue también, podemos decir, un campeón de la reconciliación entre los hombres... Su típico anuncio de "Paz y bien", que le hizo ser definido como un "nuevo evangelista" (1 Cel 89; 2 Cel 107), re– sonaba en todos los grupos sociales, a menudo en lucha recíproca, como invitación a buscar el arreglo de sus conflictos mediante el encuentro y no el enfrentamiento, la dulzura de la comprensión fraterna y no el rencor o la violencia que divide.» ' Y en su carta a los cuatro Ministros •Generales, el Papa definió a Fran– cisco como el Santo .de la paz y de la fraternidad universal, paz que tiene la raíz en Dios mismo y que «se construye ot0I1gando el perdón». Juan Pablo II puso de relieve la actualidad de este •mensaje en el mundo de hoy, enfermo de violencia. 9 Traducción: Fr. Rubén Camps, OFM • JUAN PABLO II, Discurso al pueblo reunido ante la basílica de Santa María de los Angeles, nn. 3-4, en Sel Fran n. 32 (1982) 198-199. 9 JUAN PABLO II, Carta a los Ministros Generales, 15-VJII-82, en Sel Fran n. 33 (1982) 343-352.

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