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176 L. IRIARTE en el corazón de los hombres de su tiempo... ; llevó en su corazón las vici– situdes y preocupaciones de sus contemporáneos».' Veamos cómo afrontó el Poverello el arduo cometido dejado por Cristo a los suyos: «estar en el mundo sin ser del mundo» (Jn 15, 19; 17, 9-16) y cuál fue su denuncia profética ante todo cuanto era «mundo», oposición al Reino, en su tiempo. «SALÍ DEL SIGLO». POSTURA PRE-MONÁSTICA DE FRANCISCO CON RELACIÓN AL MUNDO El tema ha sido reiteradamente estudiado, sea a la luz de los textos franciscanos, sea en contraposición al concepto ascético tradicional de la fuga mundi,2 por lo que no creo necesario detenerme en exponerlo. Sólo quiero insistir en el significado penitencfal que da Francisco, en su Testa– mento, a la expresión «Salí del siglo» como término del proceso inicial de su conversión. Lejos de aislarse en un lugar retirado o de refugiarse entre los muros de un monasterio, continuó.recorriendo las calles de Asís, mendigando el sustento y el material para la reconstrucción de las iglesias, alternando con la gente. Pero se sintió diferente y los demás lo vieron como diferente, no sólo por su nuevo indumento y su vinculación pública a la clase de los «penitentes», sino principalmente por su nueva manera de verse a sí mismo y de mirar en torno suyo: «Parecía verdaderamente un hombre nuevo y de otro mundo» (1 Cel 82). Francisco se traslada a la época pre-monástica del compromiso cris– tiano, cuando los seguidores de Cristo no necesitaban sustraerse al con– sorcio humano común para sentirse y ser señalados como diferentes, extraños al «mundo», es decir, a la concepción mundana del hombre y de la sociedad. Es bien conocida la descripción que se halla en la carta a Diognetes, escrito apologético del siglo u: «Los cristianos no se distinguen de los demás hombres porque vivan en una región diferent,e, ni porque hablen un lenguaje diferente o vistan de diferente manera... , o porque lleven una vida singular... Viven en ciu– dades griegas o bárbaras según donde a cada uno le ha caído en suerte; siguen. las costumbres locales en su modo de vestir, de alimentarse y de 1 JUAN PABLO II, Discurso en Asís el 5-XI-78. En Sel Fran n. 22 (1979) 3s. 2 R. KoPER, Das Weltverstiindnis des hl. Franziskus von Assisi, Werl i. W., 1959; W.C. VAN DIJK, S. Francisco y el «desprecio del mundo», en Sel Fran n. 27 (1980) 334-344; L. IRIARTE, Visión del mundo en san Francisco, en Verdad y Vida 35 (1977) 97-120, y en Sel Fran n. 18 (1977) 317-335; J.G. BoUGEROL, Conversione, fuga dal mondo, en Dizionario Francescano, Padova 1983, 23,6-238; C.B. DEL Zorro, Mondo, essere nel mpndo -Becolo, uscire dal secolo, ibid. 1035-1054, ·1673-1686.

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