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PRESENCIA PENITENCIAL Y PROFÉTICA DEL HERMANO "MENOR 183 pre renovado, es la expresión permanente de que el claustro de los her– manos menores es el mundo entero.1° VIVIR «ESPIRITUALMENTE» ENTRE LOS HOMBRES El autor del Chronicon Normanniae, comentando la enorme y rápida expansión de la nueva Orden, que «en poco tiempo ha llenado la tierra», concluye: «Es que los hermanos menores han elegido vivir entre los hombres.,, 11 Es la confirmación de lo que queda dicho: el «mundo» dejado por Francisco, al convertirse, no es el mundo creado, manifestación elocuente de la bondad y de la hermosura del Creador; no lo .es tampoco el mundo de los hombres, lugar histórico de la edificación del Reino de Dios, de fa marcha salvífica de la familia de Dios guiada por Cristo «nuestro her– mano». Los hermanos menores, «servidores inútiles», se sienten enviados a llevar el mensaje de la penitencia-conversión, no sólo «a todos cuantos quieren servir al Señor Dios dentro de la Iglesia católica y apostólica», sino también «a todos los pueblos, gentes, tribus y lenguas, a todas las naciones y a todos los hombres de la tierra» (l R 23, 7). Pero la opción minorítica es de «vivir entre los hombres» -conversari inter homines- con una presencia penitencial. La fraternidad evangélica se compone de «hermanos espirituales», es decir, convertidos sinceramente, dóciles «al Espíritu del Señor y a su santa operación» (2 R 10, 9), porque «han salido del mundo» y ya no son del mundo, en el sentido ya explicado. En el lenguaje personal de san Francisco y de santa Clara, como tam– bién en las fuentes biográficas, vocación a la vida evangélica es sinónimo de conversión. El fundador no admitía a ninguno que no diera muestras de ser un convertido; pero después no vacilaba en dispersar a los her– manos por el mundo, bien persuadido de que en hombres de vida y de espíritu penitencial podía fiarse plenamente: «el Espíritu Santo les enseña y les enseñará cómo han de comportarse» (LP 61). 1• Sacrum Commercium, 63; J. DE VITRY, Historia Decid., 17, Le., 72. Sobre el sentido franciscano de la peregrinación véase: Ch. Cl. BILLOT, La «marcha·» según los escritos de san Francisco, en Sel Fran n. 12 (1975) 281-2%; A. MATANIC, Pellegrino, forestiero, en Diz. Francescano, Padova 1983, 1263-1270 (con biblio– grafía). 11 Man. Germ. Hist., Scriptores, XXVI, p. 514.

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